Escucha la suciedad que sale de sus bocas, las espadas filosas que lanzan por sus labios, y dicen: «¿Quién va a oírnos?»
Proverbios 15:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El justo piensa antes de hablar, pero de la boca del malvado brota maldad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El corazón del justo piensa para responder; Mas la boca de los impíos derrama malas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente El corazón del justo piensa bien antes de hablar; la boca de los perversos rebosa de palabras malvadas. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre recto reflexiona antes de responder, la maldad sale por sí sola de la boca de los malos. La Biblia Textual 3a Edicion La mente honrada medita la respuesta, Pero la boca del inicuo derrama cosas malas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El corazón del justo medita la respuesta, la boca de los malvados profiere maldades. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas. |
Escucha la suciedad que sale de sus bocas, las espadas filosas que lanzan por sus labios, y dicen: «¿Quién va a oírnos?»
En las palabras del que habla mucho, seguramente encontrarás pecado; el sabio sabe cuando callar.
El prudente actúa con inteligencia, pero el necio presume su necedad.
De la lengua de los sabios brota conocimiento; de la boca de los necios necedades.
De la mente del sabio provienen palabras sabias; sus palabras promueven la enseñanza.
pues él está en el cielo y tú aquí abajo en la tierra; sean, pues, pocas tus palabras.
En este caso, la boca te hace pecar. No procures excusarte diciéndole al mensajero de Dios que fue por error (el hacer la promesa). Eso enojaría mucho a Dios; y él podría truncar tu prosperidad. Soñar y no realizar es necedad, y el torrente de palabras vacías es ruidoso; en vez de eso, teme a Dios.
¡Crías de víboras! ¿Cómo van a hablar de lo bueno si son malos? ¡La boca expresa lo que hay en el corazón!
Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre listos para responder a todo el que les pida explicaciones sobre la esperanza que ustedes tienen.
Pronuncian discursos arrogantes y huecos; apelan a los deseos de la naturaleza humana y seducen a los que acaban de apartarse de semejante vida de corrupción.