Señálame lo que en mí te ofende, y guíame por la senda de la vida eterna.
Proverbios 15:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El camino de los sabios sube hacia la vida, y los libra de bajar al sepulcro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del Seol abajo. Biblia Nueva Traducción Viviente Para los sabios, el camino de la vida avanza hacia arriba; ellos dejan la tumba atrás. Biblia Católica (Latinoamericana) El camino que sube, el de la vida, es para el hombre sensato; éste evitará el que baja a la morada de los muertos. La Biblia Textual 3a Edicion El prudente sube por el camino de la vida, Que lo aparta de la bajada al Seol. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sabio asciende por el camino de vida, para evitar el seol en el abismo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El camino de la vida es hacia arriba al sabio, para apartarse del infierno abajo. |
Señálame lo que en mí te ofende, y guíame por la senda de la vida eterna.
Me has dejado saborear los gozos de la vida y los exquisitos placeres de tu presencia eterna.
El entrar a su casa te conduce hacia la muerte. Su conducta te lleva hacia el reino de muerte.
La senda de los justos se parece a los primeros rayos de luz del amanecer, que brillan cada vez más hasta que es pleno día.
Quien cae en sus redes, va derecho a la tumba; su estilo de vida es un pase directo a la muerte.
Porque estos mandamientos y enseñanzas son lámpara que alumbra tu camino delante de ti; su corrección y consejos son el camino de la vida.
No corrijas al burlón pues terminará odiándote; corrige al sabio, y te amará.
Dile a este pueblo lo que dice el Señor: Les doy la posibilidad de que elijan entre la vida y la muerte.
En cambio, estrecha es la puerta y angosto el camino que conducen a la vida, y muy pocas personas los hallan.
Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.
Porque mi ira se ha encendido como un fuego que quema los abismos profundos, consume la tierra y todos sus productos, y enciende las montañas con fuego.
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo y de allí esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.