Y como José era el gobernador de todo Egipto y estaba a cargo de la venta del trigo, sus hermanos llegaron y, en señal de respeto, se inclinaron delante de él, hasta tocar el suelo con la frente.
Proverbios 14:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los malvados se inclinarán ante los buenos; los perversos se inclinarán ante las puertas de los justos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los malos se inclinarán delante de los buenos, Y los impíos a las puertas del justo. Biblia Nueva Traducción Viviente Los malvados se inclinarán ante los buenos; los perversos harán reverencia a las puertas de los justos. Biblia Católica (Latinoamericana) Los malos se inclinarán ante los buenos, los pecadores esperarán junto a la puerta del justo. La Biblia Textual 3a Edicion Los malos se inclinarán ante los buenos, Y los impíos ante las puertas del justo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los malos se inclinan ante los buenos; los malvados, ante las puertas del justo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los malos se inclinarán delante de los buenos, y los impíos a las puertas del justo. |
Y como José era el gobernador de todo Egipto y estaba a cargo de la venta del trigo, sus hermanos llegaron y, en señal de respeto, se inclinaron delante de él, hasta tocar el suelo con la frente.
―Sí —respondieron ellos—. Vive y goza de buena salud. Entonces volvieron a inclinarse delante de José.
―Muy bien —respondió Josafat—. Él nos dará palabra del Señor. Entonces los reyes de Israel, Judá y Edom fueron a consultar a Eliseo.
Como ovejas están destinados al sepulcro; donde la muerte será su pastor. Por la mañana los gobernarán los justos. Sus cuerpos se pudrirán en el sepulcro lejos de sus suntuosas propiedades.
Todos tus funcionarios vendrán corriendo a mí, e inclinándose me suplicarán que me vaya con todo el pueblo. Entonces saldré y me llevaré a todo el pueblo de Israel”». Luego, Moisés salió muy enojado de la presencia del faraón.
El faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: ―Rueguen al Señor que quite las ranas, y yo dejaré que su pueblo salga a ofrecerle sacrificio.
El que perturba su casa no heredará más que el viento; el necio será siervo del sabio.
Los hijos de quienes los oprimieron a ustedes, habitantes de Jerusalén, vendrán a humillarse y hasta les besarán los pies. Llamarán a Jerusalén «Ciudad del Señor» y «Glorioso monte del Santo de Israel».
Entonces ustedes derrotarán con facilidad a los perversos, y estos serán como ceniza bajo sus pies. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
corrieron a la cárcel a suplicarles que salieran y abandonaran la ciudad.
Obligaré a los de la sinagoga de Satanás, que dicen mintiendo que son míos, a postrarse a tus pies y reconocer que te amo.
Y los descendientes tuyos que sobrevivan se inclinarán delante de él mendigando dinero y alimentos. “Por favor”, dirán, “dame un turno de trabajo entre los sacerdotes para que tenga de qué comer”».