El perezoso es para quien lo emplea, como humo a los ojos o como vinagre a los dientes.
Proverbios 13:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El mensajero malvado trae desgracia, pero el confiable trae alivio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El mal mensajero acarrea desgracia; Mas el mensajero fiel acarrea salud. Biblia Nueva Traducción Viviente El mensajero no confiable cae en problemas, pero el mensajero fiel trae alivio. Biblia Católica (Latinoamericana) Un mensajero mentiroso prepara una desgracia, un mensajero fiel da la ayuda. La Biblia Textual 3a Edicion El mensajero malvado caerá en desgracia, Pero el enviado fiel es medicina. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un mal mensajero provoca desgracias, un enviado fiel trae remedios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El mensajero malvado cae en el mal; pero el fiel embajador es salud. |
El perezoso es para quien lo emplea, como humo a los ojos o como vinagre a los dientes.
El que rechaza la corrección caerá en pobreza y deshonra; el que la acepta, recibirá grandes honores.
El mensajero fiel es como refrescante nieve en medio del calor del verano, le da nuevos ánimos a su amo.
Tan cierto como que el viento del norte trae lluvia, las malas lenguas traen miradas de enojo.
Confiar que el necio lleve un mensaje es como cortarse los pies o sufrir violencia.
Cuenten estos falsos profetas sus sueños, y que mis genuinos mensajeros proclamen fielmente cada palabra mía. ¡Ustedes se darán cuenta entonces que hay mucha diferencia entre la paja y el trigo!
Si rehúsas advertir a los malos cuando yo quiero que les digas: “¡Están bajo sentencia de muerte, por lo tanto arrepiéntanse y salven sus vidas!”, ellos morirán en sus propias culpas, pero yo te culparé a ti por ello.
Entre los muertos estaban los cinco reyes madianitas: Eví, Requen, Zur, Jur y Reba. También murió en la batalla Balán hijo de Beor.
Ahora bien, lo más importante en un siervo es que demuestre que es digno de confianza.
Nosotros fuimos enviados por Dios para anunciar el evangelio con sinceridad delante de Dios, porque estamos unidos a Cristo. No somos como esos que predican la palabra de Dios por lucro.
Somos embajadores de Cristo. Dios les habla a ustedes por medio de nosotros: «En el nombre de Cristo les rogamos, ¡reconcíliense con Dios!».
Mil gracias doy a Cristo Jesús, nuestro Señor, por escogerme como uno de sus mensajeros y darme la fortaleza necesaria para serle fiel.
Lo que me has oído decir en presencia de muchos, enséñalo a creyentes de confianza que, a su vez, lo puedan enseñar a otros.