El perezoso ni siquiera cocina el animal que caza, pero el diligente ya posee una gran riqueza.
El indolente ni aun asará lo que ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
Los perezosos ni siquiera cocinan la presa que han atrapado, pero los diligentes aprovechan todo lo que encuentran.
Para el flojo no hay asado de caza; ser activo, es el secreto de la riqueza.
¡Ni su propia presa asará el indolente! ¡Precioso tesoro del hombre es la diligencia!
La pereza no levanta caza; tesoro del hombre es la diligencia.
El indolente no asará su caza; mas haber precioso del hombre es la diligencia.
Mejor es tener poco y ser justo que poseer mucho y ser malvado.
Los perezosos empobrecen pronto; los que trabajan mucho enriquecen pronto.
El justo es guía de su prójimo, pero el malvado los extravía en el camino.
El perezoso desea mucho pero obtiene poco; el que trabaja obtendrá todo lo que desea.
Es mejor tener poco y honrar al Señor, que tener muchos tesoros y grandes angustias.
Es mejor ser pobre y justo, que rico e injusto.
Si tienes mucha hambre, controla tu apetito.
Sobre sus bisagras gira la puerta; sobre la cama, el perezoso.
El perezoso no mueve ni un dedo para llevarse la comida a la boca.