Todo el día tramas destrucción. Tu lengua como navaja afilada, es experta en decir mentiras.
Proverbios 12:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Hay quienes hieren con sus palabras, pero las palabras del sabio traen alivio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina. Biblia Nueva Traducción Viviente Algunas personas hacen comentarios hirientes, pero las palabras del sabio traen alivio. Biblia Católica (Latinoamericana) Las palabras desconsideradas hieren como una espada, la palabra de un sabio será el remedio. La Biblia Textual 3a Edicion Hay quien profiere palabras como estocadas, Pero la lengua de los sabios es medicina. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay quien, hablando, hiere como espada; la lengua de los sabios es medicina. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hay quienes hablan como dando estocadas de espada; mas la lengua de los sabios es medicina. |
Todo el día tramas destrucción. Tu lengua como navaja afilada, es experta en decir mentiras.
Estoy rodeado de leones feroces; de hombres devoradores que tienen dientes como agudas lanzas y flechas; tienen lenguas como espadas.
Señor, ¡que seas exaltado por sobre los más altos cielos! Que tu gloria resplandezca sobre la tierra.
Escucha la suciedad que sale de sus bocas, las espadas filosas que lanzan por sus labios, y dicen: «¿Quién va a oírnos?»
Afilan sus lenguas como espadas; lanzan como flechas sus palabras amargas.
La lengua que consuela es un árbol de vida, pero la lengua engañosa lastima el espíritu.
Los labios del sabio esparcen sabiduría; el corazón del necio no la conoce.
Las palabras amables son como la miel, endulzan el alma y dan salud al cuerpo.
Calumniar a alguien es tan dañino como herirlo con un hacha, atravesarlo con la espada o clavarle una flecha aguda.
»”Los sabios instruirán a mucha gente, pero luego a estos maestros los matarán atravesándolos con espadas filosas o los quemarán o los tomarán como esclavos y les despojarán de todos sus bienes.
En la mano derecha sostenía siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos. El rostro le brillaba con el resplandor del sol cuando brilla con toda su fuerza.
y corría en medio de la calle principal de la ciudad. En ambas riberas crecía el árbol de la vida, que produce frutos todos los meses, doce veces al año, y con sus hojas se curan las naciones.