Proverbios 12:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cada uno recibe el fruto de lo que habla, y el fruto del trabajo de sus manos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra de sus manos. Biblia Nueva Traducción Viviente Las palabras sabias producen muchos beneficios, y el arduo trabajo trae recompensas. Biblia Católica (Latinoamericana) Al que sabe hablar no le faltará el pan, el que trabaja con sus manos será recompensado. La Biblia Textual 3a Edicion De lo que uno habla, se saciará, Y de lo que uno hace, le pagarán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del fruto de su boca se sacia el hombre, y según sus obras será recompensado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y la paga de las manos del hombre le será dada. |
Tú dejas mi alma más satisfecha que un delicioso banquete; te alabarán mis labios con gran júbilo.
cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán de sus malas intenciones,
El que habla el bien, cosechará el bien, pero los traidores tienen hambre de violencia.
El necio recibirá lo que se merece por su necedad; el hombre bueno recibirá recompensa por sus acciones.
Qué grato es dar la respuesta adecuada, y todavía más grato cuando es oportuna.
Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones.
Pues aunque digas que no sabías nada, el que conoce los corazones, el que vigila tu vida, sí lo sabrá. Él paga a cada uno según sus obras.
Al malvado lo tienen atrapado sus propios pecados, son cuerdas que lo atan y retienen.
Sólo el Señor lo conoce, porque el examina con cuidado todos los corazones y examina los más ocultos móviles de las personas para poder dar a cada cual su recompensa según sus hechos, según como haya vivido.
Yo mismo te destruiré por haber cometido tantas maldades, dice el Señor. Destruiré todo, incluso encenderé un fuego en los bosques que quemará cuanto halle a su paso, hasta lo que se encuentra en la periferia.
Y así se cumple aquello de que “cual el sacerdote, tal el pueblo”, y como los sacerdotes son malvados, el pueblo lo es también. Por lo tanto yo castigaré tanto a los sacerdotes como al pueblo por sus hechos malvados.
Yo, el Hijo del hombre, vendré con los ángeles en la gloria de mi Padre y juzgaré a cada persona según sus obras.
Consideró que era mejor sufrir la vergüenza por causa del Mesías que disfrutar de los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.
Si el mensaje que los ángeles anunciaron fue verdadero y toda desobediencia recibió su merecido castigo,