»El Señor me recompensó por mi justicia, me pagó conforme a la pureza de mis manos.
Proverbios 11:31 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si los justos reciben su recompensa aquí en la tierra, ¡cuánto más los malvados recibirán lo que se merecen! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡Cuánto más el impío y el pecador! Biblia Nueva Traducción Viviente Si los justos reciben su recompensa aquí en la tierra, ¡cuánto más los pecadores perversos! Biblia Católica (Latinoamericana) El justo recibe lo que merece en esta tierra, y más todavía el malvado y el pecador. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí el justo será recompensado en la tierra, ¡Cuánto más el malo y el pecador! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el malvado y pecador! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ciertamente el justo será recompensado en la tierra: ¡Cuánto más el impío y el pecador! |
»El Señor me recompensó por mi justicia, me pagó conforme a la pureza de mis manos.
El Señor me ha recompensado, porque he sido justo, porque he vivido rectamente.
Y el profeta emprendió la marcha, pero mientras viajaba solo, salió un león y lo mató. Su cuerpo quedó en el camino, y el burro y el león se quedaron parados junto a él. Los que pasaron y vieron el cuerpo tirado en el camino, y el león tranquilamente parado a su lado, fueron y lo contaron en Betel, donde vivía el profeta anciano.
Para aprender, se tiene que amar la disciplina, pero aborrecerla es ser un ignorante.
Al pecador lo persiguen los problemas; pero al justo lo recompensan las bendiciones.
Como el arquero que hiere a todo el que pasa, así es el que da trabajo al necio en su casa.
Y yo castigaré al mundo por su maldad, a los inicuos por su pecado. Yo aplastaré la arrogancia de los orgullosos y la altivez de los ricos.
Pero al malvado díganle: «Tu condenación es segura. También tú recibirás la paga que mereces. Ya viene el castigo que te has ganado».
A mi propio pueblo he comenzado a castigarlo. ¿Habrían de escapar ustedes? ¡No, no evadirán el castigo! Lanzaré a guerra contra todos los pueblos de la tierra, dice el Señor de los ejércitos.
Y los hombres de la tribu de Leví, quienes me abandonaron cuando Israel se alejó de Dios para irse hacia los ídolos, deben ser castigados por su falta de fidelidad.
Y así se cumple aquello de que “cual el sacerdote, tal el pueblo”, y como los sacerdotes son malvados, el pueblo lo es también. Por lo tanto yo castigaré tanto a los sacerdotes como al pueblo por sus hechos malvados.