Pero el pueblo sobre el muro permaneció en silencio, porque el rey les había ordenado no responder.
Proverbios 11:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El imprudente desprecia a su prójimo, pero el prudente guarda silencio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla. Biblia Nueva Traducción Viviente Es necio denigrar al vecino; una persona sensata guarda silencio. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre sin corazón denigra a su prójimo, el hombre prudente guarda silencio. La Biblia Textual 3a Edicion Quien desprecia al prójimo no tiene juicio, Pero el prudente calla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El insensato desprecia a su prójimo; el hombre prudente se calla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que carece de entendimiento, menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla. |
Pero el pueblo sobre el muro permaneció en silencio, porque el rey les había ordenado no responder.
En las palabras del que habla mucho, seguramente encontrarás pecado; el sabio sabe cuando callar.
La bendición de los justos hace prosperar la ciudad, pero la boca de los malvados la destruye.
El chismoso revela los secretos, pero el hombre confiable los guarda.
Despreciar al prójimo es un pecado; feliz el que se compadece de los pobres.
Pero al que se acuesta con la mujer de otro le falta la capacidad de pensar, pues se destruye a sí mismo.
Los fariseos oían todas estas cosas y se burlaban de Jesús porque a ellos les gustaba mucho el dinero.
Jesús les contó esta parábola a unos que se creían muy justos y despreciaban a los demás:
Cuando lo insultaban, él no respondía con insultos. Cuando lo hacían sufrir, no los amenazaba, sino que se entregaba a Dios y dejaba que él juzgara con justicia.
Entonces Zebul se volvió triunfante hacia él: ―Ahora, dime, ¿qué es lo que habías dicho? ¿Quién era el que decía “¿Quién es Abimélec y por qué debe ser nuestro rey?”. Los hombres que insultaste y maldijiste están ahora a las afueras de la ciudad.
Y lo despreciaron y se negaron a ofrecerle presentes. Pero Saúl los ignoró.