Pero los malvados no hallarán escapatoria: su única esperanza está en la muerte».
Proverbios 10:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En el futuro de los justos hay felicidad, pero el de los malvados está vacío. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá. Biblia Nueva Traducción Viviente Las esperanzas del justo traen felicidad, pero las expectativas de los perversos no resultan en nada. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de haber esperado, el justo experimentará la alegría, pero la espera de los malvados será en vano. La Biblia Textual 3a Edicion La esperanza de los justos es alegre, Pero la esperanza de los impíos perecerá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La esperanza de los justos es alegría, la expectación de los malvados fenecerá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La esperanza de los justos es alegría; mas la esperanza de los impíos perecerá. |
Pero los malvados no hallarán escapatoria: su única esperanza está en la muerte».
Los malvados se enfurecerán al ver esto, rechinarán los dientes furiosos y se escabullirán, sus esperanzas no se cumplirán.
Por eso tengo el corazón lleno de gozo; mi boca está llena de alabanzas. Todo mi ser descansa con tranquilidad,
¡Canten alabanzas a su nombre! Alcen su voz en cántico al que cabalga sobre las nubes. Señor es su nombre. Regocíjense en su presencia.
Los deseos de los justos terminan bien; la esperanza de los malvados termina mal.
Cuando muere el malvado, todas sus esperanzas e ilusiones de poder, mueren con él.
Al malvado lo aplasta su propia maldad; al justo lo protege su justicia.
El malvado está atrapado en sus propios pecados, pero el justo está cantando de gozo.
Regocíjense en la esperanza, tengan paciencia si sufren y nunca dejen de orar.
Hermanos míos, mi deseo es que el Dios que les concedió esperanza los inunde siempre de felicidad y paz al creer en él. Y le pido a Dios que los haga rebosar de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Por medio de él, y confiando en su promesa, participamos de ese amor que no merecemos, y en el cual nos mantenemos firmes. Incluso nos sentimos orgullosos de la esperanza de gozar de la gloria de Dios.
Que el Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, quien nos amó y nos dio un consuelo eterno y una esperanza que no merecemos,