Proverbios 10:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El que acepta la corrección, va camino a la vida; el que la rechaza, va camino a la perdición. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la reprensión, yerra. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que aceptan la disciplina van por el camino que lleva a la vida, pero los que no hacen caso a la corrección se descarriarán. Biblia Católica (Latinoamericana) Respetar las advertencias es caminar a la vida, no hacer caso de la corrección es perder su camino. La Biblia Textual 3a Edicion El que acepta la instrucción va en la senda de la vida, Pero quien desecha la reprensión, yerra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Camino de vida es guardar la instrucción; quien descuida la reprensión se extravía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Camino a la vida es guardar la instrucción; mas el que rechaza la reprensión, yerra. |
―¿Desde cuándo he pedido tu consejo? —lo interrumpió el rey—. ¡Cállate, si no quieres que te haga matar! El profeta se fue, pero antes le dijo lo siguiente: ―Sé que el Señor ha decidido destruirte, porque has adorado a esos ídolos y no has aceptado mi consejo.
Para aprender, se tiene que amar la disciplina, pero aborrecerla es ser un ignorante.
El que abandona el camino de la justicia será castigado; el que aborrece la corrección morirá.
El que rechaza la corrección se daña él mismo; el que atiende la reprensión gana entendimiento.
El hombre que rechaza la corrección será destruido de repente y sin remedio.
La sabiduría es árbol de vida para quien se sujeta de ella; ¡felices los que no la sueltan!
mi padre me enseñaba y me decía: «Guarda en tu corazón mis palabras, obedece mis mandamientos, y vivirás.
Y dirás: «¡Cómo pude despreciar la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón rechazar los consejos!
Estoy al borde de una ruina total y en vergüenza ante toda mi comunidad».
Porque estos mandamientos y enseñanzas son lámpara que alumbra tu camino delante de ti; su corrección y consejos son el camino de la vida.
En este caso, la boca te hace pecar. No procures excusarte diciéndole al mensajero de Dios que fue por error (el hacer la promesa). Eso enojaría mucho a Dios; y él podría truncar tu prosperidad. Soñar y no realizar es necedad, y el torrente de palabras vacías es ruidoso; en vez de eso, teme a Dios.
Jesús contestó: ―¡Dichosos, más bien, los que oyen la palabra de Dios y la obedecen!
Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que les llamaba la atención en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le damos la espalda al que nos llama la atención desde el cielo.
Por lo tanto, es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que nos extraviemos.
Cuando vio a los viajeros acampados en la plaza, les preguntó de dónde eran y hacia dónde iban.