No tenían que ser como sus padres: tercos, rebeldes, infieles, que no quieren entregarle a Dios su corazón.
Oseas 5:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »Tus hechos no te permitirán venir a Dios de nuevo, pues tu inclinación a la idolatría te impide ser fiel al Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No piensan en convertirse a su Dios, porque espíritu de fornicación está en medio de ellos, y no conocen a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus acciones no te permiten volver a tu Dios. Eres prostituta hasta la médula y no conoces al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Sus faltas les impiden volver a su Dios, un espíritu de prostitución se ha hecho dueño de ellos y ya no conocen a Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Sus obras no los dejan volver a su Dios, Porque un espíritu de fornicación está en medio de ellos, Y desconocen° a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No les permiten sus obras convertirse a su Dios, pues hay dentro de ellos espíritu de prostitución y no conocen a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No pondrán sus pensamientos en volverse a su Dios, porque espíritu de prostitución hay en medio de ellos, y no conocen a Jehová. |
No tenían que ser como sus padres: tercos, rebeldes, infieles, que no quieren entregarle a Dios su corazón.
Todos los que conocen tu misericordia, Señor, contarán contigo para que los auxilies, pues jamás has abandonado a quienes en ti confían.
Les daré un corazón que esté en sintonía con mi voluntad. Serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque con gran alegría volverán a mí.
y hasta el agua le faltará. ¿Y por qué? ¡Porque todo el país está lleno de idolatría y el pueblo está locamente enamorado de sus ídolos!
Sientan orgullo sólo de esto: de conocerme bien y comprender que yo soy el Señor que exige vivir de manera justa y actuar siempre con rectitud, de saber que mi amor es firme, y que así me gusta ser.
Están bien instalados en su mundo de mentiras, ahí se sienten como en su propia casa y de plano rehúsan acudir a mí, dice el Señor.
Se le ofrece la oportunidad de un nuevo inicio, como un nuevo nacimiento, pero es como un niño que se resiste a nacer. ¡Qué testarudo! ¡Cuán necio!
Israelitas, escuchen la palabra del Señor, pues él tiene un pleito contra ustedes. La queja del Señor es esta: «Ya no hay entre ustedes fidelidad, ni bondad, ni conocimiento de Dios.
»El vino, las mujeres y la música han embotado los sentidos de la gente de mi pueblo.
¡Pues están pidiéndole a un pedazo de madera que les diga lo que deben hacer! Su inclinación a la idolatría los hace desviarse del camino correcto. Abandonaron a su Dios para poner su confianza en otros dioses.
Pero, ¿por qué habré de castigarlas a ellas? Pues ustedes los hombres están haciendo lo mismo; ustedes se acuestan con las prostitutas que ofrecen sus cuerpos como culto a sus dioses, y junto con ellas ofrecen sacrificios rituales a esos dioses. ¡Por eso es que el pueblo, carente del verdadero conocimiento de Dios, actúa tan mal y se destruye a sí mismo!
Mi pueblo es destruido porque no me conoce a mí, perece por no seguir mis instrucciones, y es todo por culpa de ustedes, sacerdotes, pues ustedes mismos han rehusado conocerme; por lo tanto, yo rehúso reconocerlos como mis sacerdotes. Siendo que han olvidado mis instrucciones, yo me olvidaré de bendecir a tus hijos.
»Efraín es como una paloma tonta y necia, que vuela a Egipto o a Asiria en busca de ayuda.
»¡Efraín ha construido muchos altares, pero no son para rendirme homenaje a mí! ¡Son altares donde practican su maldad ofreciendo homenaje a sus ídolos!
Pero en realidad, ustedes no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco. Si yo les dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y obedezco su palabra.
Los hijos de Elí eran hombres impíos que desconocían al Señor y las obligaciones del sacerdocio.