Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Oseas 10:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ese será también el destino de Israel debido a su gran maldad. ¡Tan pronto amanezca, el rey de Israel habrá muerto!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Así hará a vosotros Bet-el, por causa de vuestra gran maldad; a la mañana será del todo cortado el rey de Israel.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Habitantes de Betel, debido a su gran maldad, les espera el mismo destino. Cuando amanezca el día del juicio, el rey de Israel será completamente destruido.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Así te voy a tratar, Israel, por todo el mal de tus acciones malas. El rey de Israel desaparecerá en la tormenta.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Así se hará con vosotros, Bet-’El, a causa de vuestra gran maldad.° Al alba perecerá irremisiblemente el rey de Israel.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así haré con vosotros, casa de Israel, por vuestra inmensa maldad. Al alba desaparecerá por completo el rey de Israel.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así hará a vosotros Betel por causa de vuestra gran maldad; al amanecer será del todo cortado el rey de Israel.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Oseas 10:15
8 Tagairtí Cros  

Por lo tanto, los terrores de la guerra los perseguirán y sus fortalezas serán destruidas. Les sucederá lo mismo que a Bet Arbel, cuando el rey Salmán la destruyó el día de la batalla y aplastó a las madres junto con sus hijos.


Entonces dirán: «Nosotros abandonamos al Señor, por eso él nos quitó nuestro rey. Pero, ¿de qué nos serviría tener rey? ¡Nada podría hacer para ayudarnos!».


La gente de Samaria tiembla y llora por la pérdida de su ídolo, el becerro de Bet Avén. El pueblo y los sacerdotes están de luto porque el esplendor de su becerro se ha perdido. ¡Cuánto dolor por la pérdida de un ídolo!


El rey de Samaria desaparecerá como una ramita arrastrada por las aguas.


El Señor dice: «Cuando Israel era niño yo lo amé como a un hijo, y lo liberé de Egipto.


¿Y acaso lo que era bueno causó mi muerte? ¡De ninguna manera! No; el pecado usó lo que era bueno para causarme la muerte. Así que, utilizando el mandamiento bueno, el pecado se mostró con toda su maldad.