aceite de oliva para las lámparas, especias para el aceite de la unción y para el incienso perfumado,
Números 4:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »Eleazar, el hijo de Aarón, se encargará del aceite para las lámparas, del incienso, del grano para la ofrenda diaria y del aceite de la unción. En otras palabras, la supervisión de todo el santuario y de todo lo que en él hay, será responsabilidad suya». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero a cargo de Eleazar hijo del sacerdote Aarón estará el aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua y el aceite de la unción; el cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario y de sus utensilios. Biblia Nueva Traducción Viviente »Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, será responsable del aceite del candelabro, el incienso aromático, la ofrenda diaria de grano y el aceite de la unción. Es más, Eleazar será responsable de todo el tabernáculo y de todo lo que hay en él, incluso del santuario y su mobiliario». Biblia Católica (Latinoamericana) Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará al cuidado del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de los panes de ofrenda perpetua y del óleo de unción; cuidará de toda la Morada y de cuanto hay en ella, sean cosas sagradas o sus utensilios. La Biblia Textual 3a Edicion Y Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará encargado del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de la ofrenda vegetal permanente y del aceite de la unción. Estará encargado de todo el Tabernáculo y de todo lo que hay en él, del Santuario y sus utensilios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, tendrá la misión de velar por el aceite del alumbrado, por el incienso aromático, por la oblación perpetua y por el óleo de la unción. A él incumbe la inspección de todo el santuario y de todo cuanto haya en él, tanto de los objetos sagrados como de sus utensilios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero a cargo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, estará el aceite de la luminaria, y el incienso aromático, y el presente continuo, y el aceite de la unción; el cargo de todo el tabernáculo, y de todo lo que está en él, en el santuario, y en sus vasos. |
aceite de oliva para las lámparas, especias para el aceite de la unción y para el incienso perfumado,
Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Toma las siguientes especias: seis kilos de mirra pura, tres kilos de canela, tres kilos de cálamo aromático,
el aceite de la unción y el incienso perfumado para el Lugar Santo. Ellos seguirán exactamente las instrucciones que yo te he dado».
Luego, con especias aromáticas hizo el aceite sagrado de la unción para los sacerdotes, y el incienso puro, de acuerdo con las técnicas de los mejores perfumistas.
«Ordena al pueblo de Israel que traiga aceite puro de oliva, para mantener encendidas las lámparas, de modo que el santuario esté siempre iluminado.
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos,
Por lo tanto, ¡cuídense y cuiden el rebaño! ¡Deben pastorear la iglesia que él compró con su sangre! ¡El Espíritu Santo les ha dado a ustedes la responsabilidad de cuidarla!
Así que deben tenernos por siervos de Cristo encargados de impartir los secretos del Señor.
Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los seres humanos, Jesucristo hombre.
Por lo tanto, hermanos míos, a quienes Dios ha apartado para sí y que participan en el mismo llamado de la salvación, piensen ahora en Jesús, apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe.
En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si mantenemos hasta el fin nuestra entereza y la esperanza que nos hace sentir orgullosos.
Antes ustedes eran como ovejas descarriadas, pero ahora han regresado al Pastor que cuida de sus vidas.
que, como pastores, cuiden ustedes a las ovejas de Dios que están a su cargo. No lo hagan porque es su obligación ni por ambición de dinero, sino porque tienen el deseo de servir, como Dios quiere.