Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Números 35:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»Todos los homicidas serán ejecutados, pero solamente si hay más de un testigo. Ningún hombre podrá ser ejecutado por el testimonio de una sola persona.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida; mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Todos los asesinos deben ser ejecutados, pero solo si las pruebas son presentadas por más de un testigo. No se puede condenar a muerte a nadie por el testimonio de un solo testigo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

En cualquier caso de homicidio, se dará muerte al asesino, según declaración de los testigos, pero un solo testigo no bastará para condenar a muerte a una persona.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Cualquiera que mate a alguno, por el testimonio de testigos se hará morir al homicida, pero el testimonio de un solo testigo no bastará para que una persona muera.°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si uno mata a otro, se le condenará a muerte previa declaración de los testigos, pero no basta el testimonio de un solo testigo para condenar a muerte.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cualquiera que matare a una persona, por dicho de testigos se dará muerte al homicida: pero un solo testigo no hará fe contra alguna persona para que muera.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Números 35:30
14 Tagairtí Cros  

»Cualquiera que mate a otro hombre, deberá morir.


»Además, todos los asesinos deberán ser ejecutados.


»Pero si alguien es golpeado y muerto con un instrumento de hierro, debe presumirse que hubo asesinato, y el homicida deberá ser ejecutado.


Cualquiera que sea declarado culpable de asesinato, debe morir, y no se aceptará rescate por él.


Pero si no, consíguete una o dos personas que vayan contigo a hablarle y te sirvan de testigos.


―Nuestra ley no condena a un hombre sin antes escucharlo y saber lo que hace.


Esta será la tercera vez que los visite. Las Escrituras dicen que «en todo asunto debe haber dos o tres testigos».


»No condenarás a nadie basado en la palabra de un solo testigo. Debe haber por lo menos dos o tres.


“Maldito sea el que secretamente mata a otro”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.


No hagas caso a ninguna acusación contra un anciano si no está respaldada por dos o tres testigos.


Por eso, cualquiera que desobedecía la ley de Moisés, y si así lo declaraban dos o tres testigos, moría sin remedio.


Y enviaré a mis dos testigos para que profeticen durante mil doscientos sesenta días vestidos de luto».