Cuando Abram regresaba de derrotar a Quedorlaómer y a sus aliados, el rey de Sodoma salió a recibirlo al valle de Save, conocido también como el valle del Rey.
Números 31:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Moisés, Eleazar el sacerdote y todos los jefes del pueblo salieron a encontrar al ejército victorioso, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes de la comunidad salieron a su encuentro afuera del campamento. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes de la comunidad salieron a su encuentro hasta fuera del campamento. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jerarcas de la asamblea, salieron a recibirlos en las afueras del campamento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los príncipes de la comunidad salieron a recibirlos fuera del campamento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y salieron Moisés y Eleazar el sacerdote, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. |
Cuando Abram regresaba de derrotar a Quedorlaómer y a sus aliados, el rey de Sodoma salió a recibirlo al valle de Save, conocido también como el valle del Rey.
»Si uno de los jefes de la nación peca sin darse cuenta, y desobedece la ley de Dios,
Los cautivos y los despojos de la guerra fueron llevados ante Moisés, Eleazar el sacerdote y el resto del pueblo de Israel que estaba acampando en la llanura de Moab, junto al río Jordán, frente a Jericó.
pero Moisés se enojó con los oficiales del ejército y los comandantes de batallón.
«Informa al pueblo de Israel que deben sacar a todos los leprosos del campamento y a todos los que padecen flujo, así como a los que se han contaminado tocando a un muerto.
Al día siguiente, de madrugada, salió a buscar a Saúl. Alguien le dijo que había ido al monte Carmelo a edificar un monumento para sí, y que luego se había ido a Gilgal.
Cuando llegaron al arroyo de Besor y encontraron a los doscientos hombres que habían estado muy cansados para seguir adelante, David los saludó con alegría.