Sin embargo, el dinero que se daba para ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo del Señor, sino que se entregaba a los sacerdotes para su uso personal.
Números 18:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Además el Señor le dio estas órdenes a Aarón: «He cedido a los sacerdotes todos los presentes que se ofrecen al Señor; todas las ofrendas que se presentan al Señor meciéndolas delante del altar te pertenecen a ti y a tus hijos por norma permanente. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también el cuidado de mis ofrendas; todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dio más instrucciones a Aarón: «Yo mismo te he puesto a cargo de todas las ofrendas sagradas que me trae el pueblo de Israel. A ti y a tus hijos les he dado todas estas ofrendas consagradas como su porción perpetua. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Aarón: 'Te doy la parte que se reserva para mí de todas las ofrendas de los israelitas. Te la doy debido a la consagración que recibieron tú y tus hijos: es una ley perpetua. La Biblia Textual 3a Edicion Y habló YHVH a Aarón: He aquí, Yo te he dado la custodia de mis ofrendas alzadas. Todas las cosas que los hijos de Israel consagran te las he dado a ti y a tus hijos en virtud de la unción, por estatuto perpetuo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Yahveh a Aarón: 'Yo te encomiendo la custodia de lo que debe reservarse para mí de todas las ofrendas sagradas de los israelitas; y te las entrego a ti, a causa de la unción, y también a tus hijos, por ley perpetua. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas: elevadas todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo. |
Sin embargo, el dinero que se daba para ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo del Señor, sino que se entregaba a los sacerdotes para su uso personal.
Además le pidió al pueblo de Jerusalén que llevara sus diezmos a los sacerdotes y levitas, para que no tuvieran necesidad de realizar otras tareas sino que pudieran entregarse completamente a sus deberes, en la forma exigida por la ley del Señor.
El pueblo respondió inmediatamente y en forma generosa con las primicias de las cosechas de trigo, de vino nuevo, aceite de oliva, miel, y de todos los frutos del campo. Ofrecieron igualmente el diezmo de todos sus ingresos. El pueblo que se había ido de Judá a las tribus del norte, y el pueblo de Judá que vivía en las provincias también trajeron los diezmos del ganado y de las ovejas, y el diezmo de las cosas dedicadas al Señor, y los pusieron en grandes montones.
Aarón y sus hijos los usarán cada vez que entren en el santuario, al altar del Lugar Santo, para que no incurran en falta y, por esto, mueran. Esta es una ordenanza permanente para Aarón y sus hijos.
También tomarás sangre del altar, la mezclarás con aceite de la unción, y rociarás esto sobre Aarón, sus hijos y sus vestiduras. En esta forma ellos serán consagrados al Señor, junto con sus vestiduras.
a Aarón y a sus hijos. El pueblo de Israel siempre debe dar esta porción de sus sacrificios de paz a Aarón y a sus hijos, como contribución.
»Las vestiduras sagradas de Aarón serán preservadas para los hijos que le sucedan de generación en generación, en la ceremonia en que sean consagrados como sacerdotes.
Le pondrás a Aarón las vestiduras sagradas y lo ungirás con aceite, y de esa manera quedará consagrado como sacerdote, para que me sirva.
y los ungirás de la manera que lo hiciste con su padre, para que puedan servir delante de mí, como sacerdotes. La unción de ellos será permanente, es decir, de generación en generación: sus hijos y los hijos de sus hijos, todos ellos serán para siempre mis sacerdotes».
En aquel día pondrá Dios fin a la esclavitud de su pueblo, les quitará de la cerviz el yugo de esclavitud y destruirá a los enemigos como está decretado.
»El sumo sacerdote ha recibido la unción especial y usa las vestiduras especiales, y por eso no debe descubrirse, ni rasgar sus vestiduras,
»El sacerdote traerá estas ofrendas a la presencia del Señor, juntamente con los panes que representan las primicias de la última cosecha, y las presentará como ofrendas mecidas delante del Señor. Estarán consagradas al Señor, y serán entregadas a los sacerdotes para que las coman.
Lo que quede de la harina, después de que el sacerdote haya sacado el puñado, será para la alimentación de Aarón y sus hijos. La comerán sin levadura en el atrio del santuario.
Podrá comerla cualquier varón descendiente de Aarón, generación tras generación. Pero sólo ellos podrán comer de estas ofrendas presentadas en el fuego al Señor. Cualquier cosa que toque los sacrificios quedará consangrada».
Parte de este sacrificio será presentado al Señor como contribución, y será para el sacerdote que oficia, el que rocía la sangre del animal presentado para el sacrificio.
Todo varón de entre los sacerdotes podrá comer la víctima, y deberá hacerlo en un lugar limpio, porque es un sacrificio santísimo.
Acto seguido, tomó el aceite de la unción y un poco de sangre de la que había rociado sobre el altar, y los roció sobre Aarón y sus vestiduras, y sobre los hijos de Aarón y sus vestiduras, consagrando así para el servicio del Señor a Aarón, sus hijos y las vestiduras sacerdotales.
Las ofrendas de grano, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la culpa son tuyas, salvo el puñado que se presenta al Señor quemándolo sobre el altar. Estas son ofrendas muy sagradas.
Cuando el pueblo de Israel lleve una ofrenda al Señor, la ofrenda quedará como posesión de los sacerdotes».
Dios dijo a los que servían en el templo que podían tomar de los alimentos que se ofrecían en el templo; y a los que trabajaban en el altar, que participaran de lo que se presentaba en el altar.
llevarás todos tus sacrificios y ofrendas al santuario, al lugar que Dios elegirá como su morada.
Allí llevarás al Señor tus holocaustos y los demás sacrificios: los diezmos, las ofrendas presentadas con devoción delante del altar, el pago de tus votos, las ofrendas voluntarias y las primicias de tus rebaños y del ganado.
»Los sacerdotes y los miembros de la tribu de los levitas no tendrán propiedad como las demás tribus. Por lo tanto, los sacerdotes y los levitas deberán vivir de los sacrificios que se llevan al altar del Señor y de las demás ofrendas del pueblo.
Entonces declararás delante del Señor tu Dios: “He dado todos mis diezmos regulares, y además he dado de mis bienes a los levitas, a los exiliados, a los huérfanos y a las viudas, de la manera que tú me lo ordenaste. No he violado ni olvidado ninguna de tus reglas.
Amas lo justo y odias lo malo; y por eso Dios, el Dios tuyo, te ha dado más alegría que a los demás».
Pero todos ustedes han recibido el Espíritu Santo y conocen la verdad.
pero ustedes han recibido el Espíritu Santo y él vive en ustedes. Por lo tanto, no necesitan que nadie les señale lo que es correcto. El Espíritu Santo les enseña todas las cosas, y él, que es la Verdad, no miente. Así que, tal como él les ha enseñado, vivan en Cristo.