¡Sé valiente! ¡Vamos a pelear para salvar a nuestro pueblo y las ciudades de nuestro Dios! ¡Que el Señor haga lo que mejor le parezca!».
Nehemías 4:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Se pusieron de acuerdo para atacar a Jerusalén y producir desánimo en la gente. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos hicieron planes para venir y luchar contra Jerusalén y causar confusión entre nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Como viera que tenían miedo, fui a decir a los jefes, a los funcionarios y a todo el pueblo: '¡No tengan miedo! Piensen que el Señor que es grande y terrible, y luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus mujeres y sus casas'. La Biblia Textual 3a Edicion y todos a una se confabularon para venir a atacar Jerusalem y causarle daño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hice un reconocimiento y dije a los principales, a los consejeros y al resto del pueblo: '¡No los temáis! Acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y vuestras hijas, por vuestras mujeres y vuestras casas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y conspiraron todos a una para venir a combatir a Jerusalén, y a hacerle daño. |
¡Sé valiente! ¡Vamos a pelear para salvar a nuestro pueblo y las ciudades de nuestro Dios! ¡Que el Señor haga lo que mejor le parezca!».
«Sean fuertes y valientes. No teman al rey de Asiria ni a la multitud de guerreros que está con él, porque con nosotros está quien es mucho mayor que él.
«Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible, que cumples las promesas y que amas y tienes misericordia de los que te aman y te obedecen, escucha mi oración.
Pero cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdodeos oyeron que la obra estaba avanzando y que las brechas de la muralla estaban siendo reparadas, se enfurecieron.
Sin embargo, por todos lados los oigo murmurar sus amenazas y tengo miedo. «Te vamos a acusar», dicen. Hasta los que eran mis amigos me vigilan, esperando que cometa un error fatal. «Él solo se meterá en la trampa», dicen, «y entonces lo atraparemos y nos vengaremos de él».
»”Ahora escucha y entiende bien: Siete semanas han de pasar desde el momento en que se ordene la reconstrucción de Jerusalén, hasta la llegada del jefe elegido por Dios. Después de esto pasarán sesenta y dos semanas más para la reconstrucción de las calles y las murallas de Jerusalén; pero serán tiempos peligrosos.