Los siete hijos de Elihoenay fueron: Hodavías; Eliasib, Pelaías, Acub, Johanán, Delaías y Ananí.
Nehemías 13:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 para regresar a Jerusalén. Al llegar supe del mal que había hecho Eliasib al haberle dado a Tobías una habitación en el templo de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 para volver a Jerusalén; y entonces supe del mal que había hecho Eliasib por consideración a Tobías, haciendo para él una cámara en los atrios de la casa de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando regresé a Jerusalén, me enteré del acto perverso de Eliasib de proporcionarle a Tobías una habitación en los atrios del templo de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero al cabo de un tiempo pedí permiso al rey para regresar a Jerusalén; fue entonces cuando me informé de la mala acción que había hecho Elyasib para complacer a Tobías; le había arreglado una bodega en el patio de la Casa de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion y regresé a Jerusalem, donde me percaté del mal que había hecho Eliasib a favor de Tobías al prepararle un aposento en los atrios de la Casa de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y volví a Jerusalén. Entonces me enteré del mal proceder de Eliasib al prepararle a Tobías un aposento en los atrios del templo de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vine a Jerusalén y entendí el mal que había hecho Eliasib en atención a Tobías, haciéndole una cámara en los patios de la casa de Dios. |
Los siete hijos de Elihoenay fueron: Hodavías; Eliasib, Pelaías, Acub, Johanán, Delaías y Ananí.
Después de esto, los jefes de los judíos vinieron a mí para decirme que muchos judíos, aun algunos sacerdotes y levitas, se habían mezclado con los pueblos vecinos y habían adquirido las horribles costumbres de los hititas, los ferezeos, los jebuseos, los amonitas, los moabitas, los egipcios y los amorreos.
Aquel mismo día, al leer la Ley de Moisés al pueblo, se encontró un texto que decía que los amonitas y los moabitas no debían formar parte del pueblo de Dios,
Los enemigos se apoderaron de todos sus tesoros, los mismos enemigos a quienes tú prohibiste la pertenencia a tu nación favorita, ahora saquean incluso los tesoros del templo.
Resulta, hermanos míos, que los de la familia de Cloé me han hablado de las riñas que se traen entre ustedes.