Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Nahúm 3:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Rey de Asiria, tus generales yacen muertos en el polvo; tu ejército se encuentra huyendo esparcido por las montañas y no hay quién pueda reunirlo para defender el territorio.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Tus pastores duermen, oh rey asirio; tus príncipes yacen muertos en el polvo. Tu pueblo está disperso por las montañas, sin nadie que lo reúna.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Dormidos están tus pastores, ¡oh rey de Asur! Duermen también tus capitanes, tu pueblo está disperso por los montes, y no hay quién lo reúna.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

¡Oh rey de Asiria, tus pastores se han dormido! Tus capitanes están tumbados, Tu tropa está dispersa por los montes, Y no hay quien la reúna.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Duermen tus pastores, ¡oh rey de Asiria! Descansan tus oficiales. Tu pueblo anda disperso por los montes y no hay quien lo congregue.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se dispersó por los montes y no hay quien lo junte.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Nahúm 3:18
13 Tagairtí Cros  

Entonces Micaías le dijo: ―Vi a Israel esparcido por las montañas, como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo: “El rey de ellos está muerto, así que no tienen quién los gobierne. Pídeles que se vayan a sus casas en paz”.


El terror y la angustia los han vencido. Señor, por miedo a tu gran poder se quedan mudos como una piedra. El pueblo que tú rescataste pasará por en medio de ellos con seguridad.


Los ejércitos de Babilonia correrán hasta agotarse, huyendo hacia su país como si fueran venados perseguidos por los perros, como ovejas errantes abandonadas de su pastor.


¡Oh Babilonia invicta, ven a sentarte en el polvo, porque tus días de gloria, pompa y honor llegaron a su fin! ¡Oh hija de Caldea, jamás volverás a ser aquella encantadora, tierna y delicada princesa!


Por eso dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ahora castigaré al rey de Babilonia y a su país, como castigué al rey de Asiria!


Y mientras yacen embriagados de vino, yo les prepararé otra fiesta, y haré que beban hasta que caigan en tierra sin sentido, a dormir para siempre, para no despertar jamás, dice el Señor.


Yo embriagaré a sus príncipes, sabios, gobernantes, capitanes y guerreros. ¡Caerán dormidos para no despertar más!, dice el Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.


Los reyes de la tierra, los dirigentes del mundo, los ricos, los poderosos, y la humanidad entera, esclavos o libres, buscaban refugio en las cuevas y entre las peñas de las montañas,