No te enriquezcas mediante la extorsión y el robo. Y si tus riquezas aumentan, no pongas en ellas tu corazón.
Nahúm 3:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Qué pesar por Nínive, esa ciudad sanguinaria, llena de mentiras y de robos, que como fiera salvaje siempre andaba tras sus presas! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje! Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Qué aflicción le espera a Nínive, la ciudad de crímenes y mentiras! Está saturada de riquezas y nunca le faltan víctimas. Biblia Católica (Latinoamericana) Pobre de la ciudad de sangre, toda llena de mentira, de rapiña, de incesantes robos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay de la ciudad sanguinaria y traidora, Repleta de rapiñas, insaciable de despojos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda ella mentira, repleta de rapiñas, de pillaje sin tregua! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, no se aparta del pillaje! |
No te enriquezcas mediante la extorsión y el robo. Y si tus riquezas aumentan, no pongas en ellas tu corazón.
Al anochecer Israel espera aterrorizado, pero al rayar el alba sus enemigos habrán muerto. Esta es la justa recompensa de quienes saquean y destruyen al pueblo de Dios.
Ya no existen los gozos del vino y el canto, el licor se torna amargura en la boca.
¿Quién permitió que a Israel se le robara y dañara? ¿No fue el Señor? Fue el Señor contra el cual pecaron, porque no quisieron ir a donde él los enviaba ni escuchar sus leyes.
Ustedes blasfeman, mienten, matan, roban y cometen adulterio. ¡Es tanta la violencia que los homicidios parecen no tener fin!
Nínive, como si fueras un león vigoroso aplastabas a tus enemigos y saqueabas sus riquezas para dárselas a tus habitantes, y llenabas sus hogares con esclavos y bienes obtenidos por la violencia y el robo.
Pero ahora el Señor Todopoderoso te dice: «Nínive, yo estoy en tu contra. Quemaré tus carros de guerra y haré que tus valientes soldados mueran en la batalla. No permitiré que sigas robando, ni que tus mensajeros vuelvan a llevar amenazas a las naciones».
»¡Pobre de ti, que edificas ciudades y pueblos con dinero obtenido por medio del asesinato y el robo y que la única ley que tienes es la de la violencia!