Por fin entendieron que no se refería a la levadura del pan, sino a las enseñanzas falsas de los fariseos y de los saduceos.
Mateo 5:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Les advierto que, a menos que ustedes sean más justos que los fariseos y los maestros de la ley de Dios, no podrán entrar al reino de los cielos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Biblia Nueva Traducción Viviente »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo se lo digo: si no hay en ustedes algo mucho más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos. La Biblia Textual 3a Edicion Porque os digo que si vuestra justicia no fuera mayor que la de los escribas y fariseos, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque os lo aseguro: si vuestra justicia no es mejor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la justicia de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino del cielo. |
Por fin entendieron que no se refería a la levadura del pan, sino a las enseñanzas falsas de los fariseos y de los saduceos.
El hacha está lista para talar los árboles que no den fruto y arrojarlos al fuego.
»No todos los que se dirijan a mí llamándome “Señor, Señor”, entrarán en el reino de los cielos. Allí sólo entrarán los que obedezcan a mi Padre que está en el cielo.
Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no podrá entrar en él.
Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
»¡Ay de ustedes!, porque son como sepulcros ocultos, que la gente no ve y pisa sin darse cuenta».
Mientras, se habían juntado miles de personas, tantas que se atropellaban unas a otras. Jesús comenzó a hablar y les dijo primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, o sea, de su hipocresía.
Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como lo recibe un niño, no entrará en él».
Si el ministerio que conducía a la condenación fue tan glorioso, cuánto más glorioso será el ministerio que justifica al hombre ante Dios.
Por lo tanto, si alguien está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha quedado atrás y lo nuevo ha llegado!
y encontrarme unido a él. No quiero la justicia propia que viene de obedecer la ley, sino la que se obtiene por la fe en Cristo. Esa es la justicia que viene de Dios y está basada en la fe.
Busquen la paz con todos y lleven una vida santa, pues sin santidad nadie verá al Señor.
No entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los mentirosos; solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.