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Mateo 27:66 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces fueron, sellaron la roca y dejaron a los soldados de guardia.

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces ellos sellaron la tumba y pusieron guardias para que la protegieran.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ellos, pues, fueron al sepulcro y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba la entrada y pusieron guardia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra en compañía de la guardia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ellos fueron y, después de sellar la piedra, pusieron el sepulcro bajo la custodia de la guardia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, y poniendo guardia.

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Mateo 27:66
10 Tagairtí Cros  

Y trajeron una piedra que colocaron sobre la boca del foso y el rey selló la piedra con su anillo y con el anillo de los principales de su gobierno, para que nadie pudiera rescatar a Daniel de los leones.


y lo colocó en un sepulcro nuevo labrado en la peña. Hacía poco que había hecho ese sepulcro y ordenó que rodaran una piedra grande para cerrar la entrada. José se alejó,


―Bueno, ahí tienen un pelotón de soldados. Vayan y asegúrense de que nada anormal suceda.


Mientras esto sucedía, los guardias del templo que habían estado vigilando la tumba corrieron a informar a los principales sacerdotes.


hubo un fuerte temblor. Un ángel del Señor acababa de descender del cielo y, tras remover la piedra, se había sentado en ella.


pues la piedra era muy grande. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta de que la piedra había sido removida.


El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían movido la piedra que cerraba la entrada.


Pero la verdad de Dios es un cimiento que se mantiene firme y sólido, y tiene esta inscripción: «El Señor conoce a los que son suyos, y el que adora al Señor debe apartarse del mal».


ordenó que se pusiera una gran piedra contra la entrada de la cueva y que se pusiera guardia para que los reyes no escaparan.


Lo arrojó al abismo donde lo encerró bajo llave para que no engañara más a las naciones hasta que transcurrieran mil años. Después de ese período, volverá a estar libre un tiempo breve.