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Mateo 27:31 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Por fin, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y se lo llevaron para crucificarlo.

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Biblia Reina Valera 1960

Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando al fin se cansaron de hacerle burla, le quitaron el manto y volvieron a ponerle su propia ropa. Luego lo llevaron para crucificarlo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando terminaron de burlarse de él, le quitaron la capa de soldado, le pusieron de nuevo sus ropas y lo llevaron a crucificar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Después de burlarse de Él, le quitaron el manto, le pusieron su ropa, y lo llevaron para crucificarlo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando acabaron las burlas, le quitaron el manto, le pusieron sus propios vestidos y se lo llevaron a crucificarlo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y después que le hubieron escarnecido, le quitaron el manto, y poniéndole sus vestiduras, le llevaron para crucificarle.

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Mateo 27:31
12 Tagairtí Cros  

y busquen a dos personas que lo acusen de haber blasfemado contra Dios y de haber maldecido al rey. Luego sáquenlo y mátenlo a pedradas».


Entonces dos hombres sin conciencia lo acusaron de haber maldecido a Dios y al rey. Entonces Nabot fue arrastrado a las afueras de la ciudad, donde lo apedrearon hasta darle muerte.


Fue oprimido y afligido, pero no pronunció ni una sola palabra de queja. Como si fuera un cordero lo llevaron al matadero; como muda oveja ante sus trasquiladores, permaneció callado ante quienes lo condenaban.


Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Ese hombre debe morir. Todo el pueblo lo apedreará fuera del campamento hasta darle muerte».


Luego me entregarán a los romanos, para que se burlen de mí y me crucifiquen. Pero al tercer día resucitaré».


Y, en efecto, lo sacaron de la viña y lo mataron.


«Como ya saben, dentro de dos días se celebra la Pascua, y me van a traicionar y a crucificar».


Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto y le pusieron su propia ropa. Por último, lo sacaron para crucificarlo.


Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y los soldados se lo llevaron.


Luego, le dijo al discípulo: ―Ahí tienes a tu madre. Desde ese momento, ese discípulo la recibió en su casa.


Los testigos oficiales se quitaron la ropa, la pusieron a los pies de un joven llamado Saulo, y también apedrearon a Esteban hasta matarlo.


Así también Jesús sufrió fuera de la puerta de la ciudad, para que por medio de su sangre el pueblo fuera santo.