Porque el Señor viene a juzgar la tierra. Con justicia y verdad juzgará a las naciones.
Mateo 25:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Alrededor de la media noche un grito las despertó: “¡Allí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Biblia Nueva Traducción Viviente »A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. Biblia Católica (Latinoamericana) A medianoche se oyó un grito: '¡Viene el novio, salgan a su encuentro!' La Biblia Textual 3a Edicion Pero a la medianoche hubo un clamor: ¡He aquí el esposo, salid a su encuentro! Biblia Serafín de Ausejo 1975 A media noche se levantó un rumor: 'Ya llega el novio'. ¡Salid a su encuentro! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y a la media noche fue oído un clamor: He aquí, viene el esposo; salid a recibirle. |
Porque el Señor viene a juzgar la tierra. Con justicia y verdad juzgará a las naciones.
Porque el Señor viene a juzgar la tierra. Él juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con igualdad.
En aquel día proclamará el pueblo: «Este es nuestro Dios, en quien confiamos, a quien hemos esperado. Ahora por fin está aquí». ¡Qué día de regocijo!
»Por lo tanto, israelitas, voy a castigarlos fuertemente. Así que prepárense para recibir mi castigo, pues no podrán escapar de él».
Y enviaré a los ángeles delante de mí para que, con toque de trompeta, junten a mis escogidos de todas partes del mundo.
ustedes también deben estar vigilantes para que mi regreso no los sorprenda.
»En el reino de los cielos sucederá lo que les sucedió a las diez muchachas que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.
»Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria
Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche perderás la vida. ¿Y quién disfrutará de todo lo que has guardado?”.
Cuando vuelva su señor, el día y a la hora que el sirviente menos se lo espera, lo castigará con un castigo tan grande como el que se les da a los incrédulos.
El Señor mismo bajará del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los que murieron creyendo en él, serán los que resuciten primero.
Pero el día del Señor llegará como un ladrón. En aquel día, los cielos desaparecerán en medio de un estruendo espantoso, los cuerpos celestes serán destruidos por fuego, y la tierra y lo que en ella hay desaparecerán envueltos en llamas.
«Fíjate bien: Yo vengo como un ladrón. Dichoso el que me espera despierto, el que tiene su ropa lista para no tener que andar desnudo y avergonzado».