Ella fue a pedirle el favor al rey Salomón. El rey se puso de pie cuando ella entró y le hizo una reverencia. Ordenó que junto a su trono se colocara una silla para su madre. Y ella se sentó a su lado derecho.
Mateo 25:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 A mis ovejas las pondré a la mano derecha; a los cabritos, a la izquierda. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Biblia Nueva Traducción Viviente Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Biblia Católica (Latinoamericana) Colocará a las ovejas a su derecha y a los chivos a su izquierda. La Biblia Textual 3a Edicion Colocará las ovejas a su derecha, y las cabras a la izquierda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda. |
Ella fue a pedirle el favor al rey Salomón. El rey se puso de pie cuando ella entró y le hizo una reverencia. Ordenó que junto a su trono se colocara una silla para su madre. Y ella se sentó a su lado derecho.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo y ovejas de su prado.
Así dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que humille a tus enemigos poniéndolos por estrado de tus pies.
Entre tus damas de honor se cuentan princesas; a tu derecha se halla la novia real luciendo el oro más fino.
Entonces nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu prado, te expresaremos gratitud por los siglos de los siglos, y alabaremos tu grandeza de generación en generación.
porque él es nuestro Dios. Nosotros somos el pueblo al que él vigila, ovejas de su rebaño a las que cuida. ¡Ah, que hoy escucharan ustedes su llamado y acudieran a él!
El corazón del sabio lo impulsa al bien; el del necio, lo lleva al mal.
Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
con que Dios levantó a Cristo de entre los muertos y lo sentó a su derecha en la gloria.
Él es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de su ser y el que sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de Dios en el cielo.