El rey, sin pérdida de tiempo, mandó llamar al hombre al que había perdonado. “¡Malvado! ¡Perverso!”, le dijo. “¡Así que yo te perdoné aquella inmensa deuda porque me lo pediste,
Mateo 25:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 “¡Malvado! ¡Haragán! Si sabías que quería obtener utilidades, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Biblia Nueva Traducción Viviente »Pero el amo le respondió: “¡Siervo perverso y perezoso! Si sabías que cosechaba lo que no sembré y recogía lo que no cultivé, Biblia Católica (Latinoamericana) Pero su patrón le contestó: '¡Servidor malo y perezoso! Si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he invertido, La Biblia Textual 3a Edicion Pero respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, ¿sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero su señor le contestó: '¡Criado malo y perezoso! ¿Conque sabías que cosecho donde no sembré, y recojo donde no esparcí? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. |
El rey, sin pérdida de tiempo, mandó llamar al hombre al que había perdonado. “¡Malvado! ¡Perverso!”, le dijo. “¡Así que yo te perdoné aquella inmensa deuda porque me lo pediste,
Cuando Jesús pasaba, algunos de entre el gentío tendían sus mantos a lo largo del camino, otros cortaban ramas de los árboles y las tendían delante de él.
»Cuando el que había recibido los diez mil pesos se presentó ante el jefe, le dijo: “Señor, como sabía que eres tan duro que te quedarías con cualquier utilidad que yo obtuviera, escondí el dinero. Aquí tienes hasta el último centavo que me diste”.
por lo menos debías haber puesto el dinero en el banco para que ganara intereses.