Pero su cuñado le respondió: ―¡Muchas gracias!, pero debo regresar a mi tierra, con mis parientes.
Mateo 21:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »Pero, ¿qué les parece? Un padre que tenía dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar hoy a la finca”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Biblia Nueva Traducción Viviente »¿Pero qué piensan de lo siguiente? Un hombre con dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar al viñedo hoy”. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús agregó: 'Pero, díganme su parecer. Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero para decirle: 'Hijo, hoy tienes que ir a trabajar en la viña. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; acercándose al primero, dijo: Hijo, ve y trabaja hoy en la° viña. Biblia Serafín de Ausejo 1975 '¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Acercándose al primero, le dijo: 'Hijo, vete hoy a trabajar en la viña'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. |
Pero su cuñado le respondió: ―¡Muchas gracias!, pero debo regresar a mi tierra, con mis parientes.
―¡Claro que los paga! —les respondió Pedro—, e inmediatamente entró a la casa a hablarle a Jesús sobre el asunto. No había pronunciado todavía la primera palabra, cuando Jesús le preguntó: —¿A quién crees tú, Pedro, que cobran tributos los reyes de la tierra? ¿A sus súbditos o a los extranjeros?
»El reino de los cielos es también semejante al dueño de una finca que sale por la mañana a contratar obreros para recoger la cosecha.
Por fin le respondieron: ―La verdad es que no sabemos. Y Jesús les dijo: ―Pues yo tampoco les voy a decir quién me dio autoridad para hacer estas cosas.
Y el hijo le respondió: “Lo siento; no tengo deseos de trabajar hoy en la finca”. Pero luego, arrepentido, fue.
Entonces les contó la siguiente parábola: «Cierto hombre plantó una viña, la cercó, construyó una torre de vigilancia, y la arrendó a varios labradores. Según el contrato, estos habrían de compartir con el dueño el producto de la viña. El dueño se fue a otra región.
»Es como cuando un hombre se va de viaje y, al marcharse, deja su casa al cuidado de sus criados. A cada uno le deja una tarea y le ordena al portero que vigile.
¿Y qué piensan de los dieciocho que murieron cuando les cayó encima la torre de Siloé? ¿Eran acaso más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?
Ustedes son inteligentes. Piénsenlo y díganme si no es verdad lo que les digo.
Por eso, amados hermanos míos, estén firmes y constantes; trabajen siempre para la obra del Señor, conscientes de que nada de lo que hagamos para el Señor será en vano.