Los doce apóstoles eran: Simón, también llamado Pedro; Andrés, hermano de Pedro; Jacobo, hijo de Zebedeo; Juan, hermano de Jacobo;
Mateo 20:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En eso se le acercó la esposa de Zebedeo, junto con sus dos hijos, Jacobo y Juan, y se arrodilló ante él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la madre de Santiago y de Juan, hijos de Zebedeo, se acercó con sus hijos a Jesús. Se arrodilló respetuosamente para pedirle un favor. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces la madre de Santiago y Juan se acercó con sus hijos a Jesús y se arrodilló para pedirle un favor. La Biblia Textual 3a Edicion En ese tiempo se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose y pidiéndole algo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró ante él para pedirle algo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces vino a Él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, adorándole y pidiéndole algo. |
Los doce apóstoles eran: Simón, también llamado Pedro; Andrés, hermano de Pedro; Jacobo, hijo de Zebedeo; Juan, hermano de Jacobo;
Los otros discípulos, maravillados, se arrodillaron y le dijeron: ―¡No cabe duda de que eres el Hijo de Dios!
Pero ella se acercó más y de rodillas le suplicó de nuevo: ―¡Señor, ayúdame!
Entonces entraron en la casa, y al ver al niño con María, su madre, se postraron ante él para adorarlo. Luego abrieron sus alforjas y le ofrecieron como tributo oro, incienso y mirra.
Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Cuando lo vieron, lo adoraron, aunque algunos no estaban completamente convencidos de que en realidad era Jesús.
Un poco más adelante vio a otros dos hermanos, Jacobo y Juan, que estaban sentados en una barca, con Zebedeo su padre, y remendaban las redes. Cuando Jesús los llamó,
cuando, de pronto, un leproso se le acercó y se puso de rodillas ante él. ―Señor —suplicó el leproso—, si quieres, puedes curarme.
Había también algunas mujeres mirando desde lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé.