Simón, miembro de los zelotes, y Judas Iscariote, el que más tarde lo traicionó.
Mateo 20:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y les habló de lo que le sucedería cuando llegaran a la capital. «Seré entregado a los principales sacerdotes y escribas, y me condenarán a muerte. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; Biblia Nueva Traducción Viviente «Escuchen —les dijo—, subimos a Jerusalén, donde el Hijo del Hombre será traicionado y entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo condenarán a muerte. Biblia Católica (Latinoamericana) Ya estamos subiendo a Jerusalén; el Hijo del Hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley, que lo condenarán a muerte. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí, subimos a Jerusalem, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y escribas, y lo condenarán a muerte, Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Mirad que subimos a Jerusalén y el Hijo del hombre será entregado a los pontífices y escribas, lo condenarán a muerte Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; |
Simón, miembro de los zelotes, y Judas Iscariote, el que más tarde lo traicionó.
Desde entonces empezó a explicarles claramente que era imprescindible que fuera a Jerusalén, que allí sufriría mucho en manos de los dirigentes judíos; y que, aunque al fin lo matarían, a los tres días resucitaría.
«Como ya saben, dentro de dos días se celebra la Pascua, y me van a traicionar y a crucificar».
Al amanecer, los principales sacerdotes y funcionarios judíos se reunieron a deliberar sobre la mejor manera de lograr que el gobierno romano condenara a muerte a Jesús.
Entonces ellos dijeron: ―¿Qué más testigos necesitamos? Ya lo oímos de sus propios labios.
Pero, de acuerdo con el plan que Dios ya tenía trazado, permitió primero que ustedes lo clavaran en la cruz y lo asesinaran por medio de hombres malvados.