―De acuerdo —contestó el hombre—, sólo el que robó la copa quedará de esclavo, y los demás quedarán libres.
Mateo 18:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En el proceso, le trajeron a uno que le debía cien millones de pesos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Biblia Nueva Traducción Viviente En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata. Biblia Católica (Latinoamericana) y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando comenzó a arreglarlas, le fue presentado uno que debía diez mil talentos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando comenzó a saldarlas, le presentaron a uno que le debía diez mil talentos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comenzando a hacer cuentas, le fue traído uno que le debía diez mil talentos. |
―De acuerdo —contestó el hombre—, sólo el que robó la copa quedará de esclavo, y los demás quedarán libres.
y le dije en oración: «Dios mío, estoy avergonzado. Tengo vergüenza de levantar el rostro hacia ti, porque nuestros pecados son tantos, que sobrepasan nuestras cabezas, y nuestra culpa es tan grande como los cielos.
Son tantos los problemas que me rodean que no los puedo ni contar. Se han acumulado tanto que no me dejan encontrar la salida. Son más que los cabellos de mi cabeza. Mi corazón se debilita.
»El reino de los cielos puede compararse a un rey que decidió arreglar cuentas con sus súbditos.
Como no podía pagarle, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, y también a su esposa, a sus hijos y sus posesiones.
A uno le entregó cincuenta mil pesos, a otro veinte mil y a otro diez mil, de acuerdo con las capacidades que había observado en cada uno de ellos.
»El que recibió los cincuenta mil pesos los invirtió inmediatamente en negocios de compraventa y en poco tiempo obtuvo una ganancia de cincuenta mil pesos.
»El que había recibido los veinte mil presentó su informe: Señor, me diste veinte mil pesos y aquí tienes cuarenta mil.
»Cuando el que había recibido los diez mil pesos se presentó ante el jefe, le dijo: “Señor, como sabía que eres tan duro que te quedarías con cualquier utilidad que yo obtuviera, escondí el dinero. Aquí tienes hasta el último centavo que me diste”.
¿Y qué piensan de los dieciocho que murieron cuando les cayó encima la torre de Siloé? ¿Eran acaso más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?
»Llamó a cada uno de los que le debían algo a su patrón. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi patrón?”.
Después le preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto le debes?”. Él contestó: “Cien bultos de trigo”. El administrador le dijo: “Toma tu factura y anota ochenta”.