Mateo 12:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 no romperá la caña que ya está quebrada, ni acabará de apagar el pabilo humeante, hasta que haga triunfar la justicia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio. Biblia Nueva Traducción Viviente No aplastará la caña más débil ni apagará una vela que titila. Al final, hará que la justicia salga victoriosa. Biblia Católica (Latinoamericana) No quebrará la caña resquebrajada ni apagará la mecha que todavía humea, hasta que haga triunfar la justicia. La Biblia Textual 3a Edicion No quebrará la caña cascada, Ni apagará la mecha que humea, Hasta que° saque a victoria el juicio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La caña cascada no la quebrará, y no apagará la mecha mortecina, hasta que haga triunfar el juicio Biblia Reina Valera Gómez (2023) La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio. |
Lo que quieres es un espíritu quebrantado. Al corazón quebrantado y contrito, Dios, no lo despreciarás tú.
Como pastor apacentará su rebaño, llevará en brazos los corderillos y suavemente guiará las ovejas con cría.
El que es alto y excelso y habita la eternidad, aquel cuyo nombre es santo, dice así: Yo moro en aquel elevado y santo sitio, pero también estoy donde habitan los pobres y los afligidos, y a ellos les doy ánimo y aliento.
Buscaré a las perdidas, las que se han descarriado, y las traeré de vuelta al redil con seguridad. Yo entablillaré y vendaré a las perniquebradas y sanaré a las enfermas. No dedicaré mi atención sólo a las robustas y bien engordadas.
Vengan a mí los que estén cansados y afligidos y yo los haré descansar.
Cuando los discípulos de Juan se marcharon, Jesús se puso a hablar de Juan a la multitud: «Cuando salieron al desierto a ver a Juan, ¿qué esperaban ver en él? ¿Una caña que el viento sacude?
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos,
Pero, ¡gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo! y dondequiera que vamos nos usa para hablar a otros y para esparcir el evangelio como perfume fragante.
Ya es hora de perdonarlo y consolarlo, no vaya a ser que se consuma de tanta tristeza.
Obedecí. Y apareció un caballo blanco. El jinete, que tenía un arco, recibió una corona y salió triunfante a obtener más victorias.