Luego me dijo: “No tengas miedo, Daniel, pues desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y te mostraste humilde ante tu Dios, él te escuchó. Por eso estoy aquí, como respuesta a tus oraciones.
Marcos 16:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho; y las mujeres se asustaron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando entraron en la tumba, vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho. Las mujeres estaban asustadas, Biblia Católica (Latinoamericana) Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. La Biblia Textual 3a Edicion Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de una larga ropa blanca, y quedaron atónitas de espanto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando entraron en el sepulcro vieron a un joven, sentado a la parte derecha, vestido con una túnica blanca, y se quedaron asustadas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. |
Luego me dijo: “No tengas miedo, Daniel, pues desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y te mostraste humilde ante tu Dios, él te escuchó. Por eso estoy aquí, como respuesta a tus oraciones.
»Por eso Gabriel se dirigió hacia mí. Pero al acercarse, yo estaba demasiado asustado como para mantenerme en pie, y caí con mi rostro hacia el suelo. “Hombre, me dijo, debes comprender que lo que pasa en la visión se refiere al tiempo final”.
Tenía el aspecto de un relámpago; y sus vestiduras eran blancas como la nieve.
Todos se quedaron tan espantados que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? Es una enseñanza nueva, ¡y con qué autoridad! ¡Hasta los espíritus inmundos lo obedecen!».
Se llevó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a sentir tristeza y angustia.
pues la piedra era muy grande. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta de que la piedra había sido removida.
La llegada de Jesús sorprendió al gentío, que corrió a su encuentro a saludarlo.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó.