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Marcos 14:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Se decían entre ellos: «No lo hagamos durante la fiesta, para que el pueblo no haga alboroto».

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Biblia Reina Valera 1960

Y decían: No durante la fiesta para que no se haga alboroto del pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Pero no durante la celebración de la Pascua —acordaron—, no sea que la gente cause disturbios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero decían: 'No durante la fiesta, para que no se alborote el pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero decían: ¡En la fiesta, no! No sea que se produzca° un tumulto en el pueblo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero se decían: 'Durante la fiesta, no; no sea que haya algún motín del pueblo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y decían: No en el día de la fiesta, para que no se haga alboroto del pueblo.

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Marcos 14:2
13 Tagairtí Cros  

El hombre puede hacer muchos planes, pero la decisión final es del Señor.


Nadie, por inteligente o sabio que sea, puede enfrentarse al Señor.


Es bueno ser fiel al Señor desde la juventud.


«Como ya saben, dentro de dos días se celebra la Pascua, y me van a traicionar y a crucificar».


―No debemos hacerlo durante la celebración de la Pascua —dijeron—, porque habrá revuelta.


Cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley oyeron esto, comenzaron a urdir un plan para matar a Jesús. Le tenían miedo a Jesús porque toda la gente estaba maravillada con su enseñanza.


Y si decimos que era de los hombres, el pueblo se rebelará contra nosotros, porque creía que Juan era un profeta.


Faltaban dos días para la Pascua, o sea, la fiesta de los panes sin levadura. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban con engaños la oportunidad de arrestar a Jesús y matarlo.


Jesús estaba en Betania, en casa de Simón al que llamaban el leproso. Mientras comían, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume hecho de nardo puro, muy costoso. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.


Y si decimos que “de la tierra”, todo el pueblo nos apedreará, porque están seguros de que Juan era un profeta».


Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, también llamada Pascua.


Pero los fariseos se decían unos a otros: «Dense cuenta, así no vamos a lograr nada. ¡Miren, todo el mundo lo sigue!».


Al oír sus palabras, algunos de entre la multitud decían: «No cabe duda de que este es el Profeta».