Habrá siempre enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella. El descendiente de la mujer te aplastará la cabeza, mientras tú solamente le morderás el talón.
Marcos 12:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero los labradores se dijeron unos a otros: “Este es el heredero. Vamos, matémoslo y la herencia será nuestra”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. Biblia Nueva Traducción Viviente »Los agricultores se dijeron unos a otros: “Aquí viene el heredero de esta propiedad. ¡Matémoslo y nos quedaremos con la propiedad!”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero los viñadores se dijeron entre sí: 'Este es el heredero, la viña será para él; matémosle y así nos quedaremos con la propiedad. La Biblia Textual 3a Edicion Pero aquellos labradores se dijeron: Éste es el heredero. Venid, matémoslo, y la heredad será nuestra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero aquellos viñadores se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y la heredad será nuestra'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero aquellos labradores dijeron entre sí: Éste es el heredero, venid, matémosle, y la heredad será nuestra. |
Habrá siempre enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella. El descendiente de la mujer te aplastará la cabeza, mientras tú solamente le morderás el talón.
El Señor, el Redentor y Santo de Israel dice a aquel que es despreciado, rechazado de la humanidad y que yace bajo la planta de los gobernantes del mundo: Los reyes se mantendrán reverentes cuando tú pases, los príncipes te harán profunda reverencia porque el Señor te ha elegido y cumplirá lo que promete.
Entonces Herodes se puso furioso por la burla de los sabios y mandó matar a todos los niños varones que vivieran en Belén y sus alrededores y que tuvieran dos años o menos. Lo ordenó así tomando en cuenta el tiempo que los sabios le habían indicado.
Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió a empleados suyos a recoger lo que le correspondía.
Los sacerdotes, maestros de la ley y ancianos que escuchaban se dieron cuenta de que la parábola iba dirigida contra ellos y entonces quisieron arrestarlo. Pero como temían a la multitud, lo dejaron y se fueron.
Ya sólo le quedaba enviar a uno, a su hijo amado. Por fin lo mandó a él, pensando que como era su hijo sí lo iban a respetar.
Dicho y hecho: lo agarraron, lo mataron y arrojaron su cadáver fuera del viñedo.
Pero, de acuerdo con el plan que Dios ya tenía trazado, permitió primero que ustedes lo clavaran en la cruz y lo asesinaran por medio de hombres malvados.
―¿No les habíamos prohibido que volvieran a enseñar acerca de Jesús? Ustedes han llenado a Jerusalén de sus enseñanzas y tratan de descargar en nosotros la culpa de la muerte de ese hombre.
¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados, que hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, que ustedes acaban de traicionar y asesinar?
pero en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo. A él Dios lo hizo heredero de todas las cosas y por medio de él creó todo el universo.