¿No le han contado que cuando Jezabel estaba tratando de matar a los profetas del Señor, yo escondí a un centenar de ellos en dos cuevas, y les di pan y agua?
Marcos 12:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero los labradores lo agarraron, lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas ellos, tomándole, le golpearon, y le enviaron con las manos vacías. Biblia Nueva Traducción Viviente pero los agricultores agarraron al siervo, le dieron una paliza y lo mandaron de regreso con las manos vacías. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ellos lo tomaron, lo apalearon y lo despacharon con las manos vacías. La Biblia Textual 3a Edicion y le echaron mano, lo golpearon y lo enviaron vacío. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ellos le echaron mano, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ellos tomándole, le hirieron, y le enviaron vacío. |
¿No le han contado que cuando Jezabel estaba tratando de matar a los profetas del Señor, yo escondí a un centenar de ellos en dos cuevas, y les di pan y agua?
Él contestó: ―Siento un ardiente amor por ti, Dios Todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares, ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!
Él respondió nuevamente: ―Siento un ardiente amor por ti, Dios Todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares y ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!
Díganles que yo he ordenado que pongan a este individuo en la cárcel, y lo alimenten con pan y agua, sólo lo suficiente para que siga vivo hasta que yo regrese en paz.
Asá estaba tan enojado con el vidente por haberle dicho esto, que lo mandó a la cárcel. Al mismo tiempo trató con crueldad a varias personas de la ciudad.
Pero el pueblo se burlaba de aquellos mensajeros de Dios, es decir, de los profetas, y no tenían respeto por la palabra del Señor. Por eso, llegó el día en que el Señor descargó su ira contra ellos, y ya no hubo más remedio.
»Pero a pesar de todo esto, fueron desobedientes y se rebelaron contra ti. Dejaron tu ley, dieron muerte a los profetas que les exhortaban a volver a ti, e hicieron muchas otras cosas abominables.
Castigué a sus hijos pero nada les aprovechó: aún no quieren obedecer. Y ustedes mismos han matado a mis profetas como el león que mata su presa.
lo prendió y ordenó que le dieran una paliza y que lo pusieran en un calabozo, en la cárcel que está en la puerta de la ciudad conocida como de Benjamín, cerca del templo.
Y en esta carta le decías a Sofonías: “El Señor te ha nombrado para reemplazar a Joyadá como sacerdote en Jerusalén. Y en tu responsabilidad está arrestar a cualquier loco que diga ser profeta, y ponerlo en el cepo.
«¡No vamos a escuchar los falsos mensajes que dices de parte del Señor!
Una cananea, que vivía por allí, se le acercó suplicante: ―¡Ten misericordia de mí, Señor, Hijo de David! Mi hija tiene un demonio que la atormenta constantemente.
»Cuando llegó el tiempo de la cosecha, mandó a uno de sus criados para que los labradores le pagaran con la parte de la cosecha que habían convenido.
»Él entonces envió a otro de sus criados; y a este lo hirieron en la cabeza y lo humillaron.
¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados, que hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, que ustedes acaban de traicionar y asesinar?
Estos judíos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos echaron fuera. No hacen lo que a Dios le agrada y están en contra de todos,