―No te detengas a conversar con nadie —le ordenó entonces Jesús—. Ve en seguida a que el sacerdote te examine y presenta la ofrenda que requiere la ley de Moisés, para que les conste que ya estás bien.
Marcos 1:44 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Mira, no le digas a nadie que yo te curé. Vete a presentarte ante el sacerdote y llévale la ofrenda que Moisés mandó, para que les conste a los sacerdotes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente —No se lo cuentes a nadie. En cambio, preséntate ante el sacerdote y deja que te examine. Lleva contigo la ofrenda que exige la ley de Moisés a los que son sanados de lepra. Esto será un testimonio público de que has quedado limpio. Biblia Católica (Latinoamericana) No cuentes esto a nadie, pero vete y preséntate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que ordena la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacer tu declaración.
Pero el hombre, en cuanto se fue, empezó a hablar y a divulgar lo ocurrido, La Biblia Textual 3a Edicion Mira, a nadie le digas nada,° sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó,° para testimonio a ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Cuidado con decirle nada a nadie. Eso sí: ve a presentarte al sacerdote y a ofrecer por tu purificación lo que mandó Moisés, para que tengan constancia de ello'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. |
―No te detengas a conversar con nadie —le ordenó entonces Jesús—. Ve en seguida a que el sacerdote te examine y presenta la ofrenda que requiere la ley de Moisés, para que les conste que ya estás bien.
―Jesús lo despidió de inmediato y le recomendó con seriedad lo siguiente:
Él, al verlos, les dijo: ―Vayan a presentarse a los sacerdotes. Y mientras aún iban en el camino, quedaron sanos.
Jesús le ordenó: ―No se lo digas a nadie. Ve, preséntate al sacerdote y lleva la ofrenda de purificación que Moisés ordenó, para que les sirva de testimonio.
El comandante despidió al muchacho y le dijo: ―No le digas a nadie que me has dicho esto.
De hecho, todo lo que fue escrito hace tiempo se escribió para enseñarnos, a fin de que, con el consuelo y la constancia que las Escrituras nos dan, mantengamos la esperanza.
Estos incidentes ocurrieron para servirnos de ejemplo; son una advertencia y fueron escritos para nosotros que vivimos cuando el mundo se aproxima a su fin.