Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.
Marcos 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En el instante en que Jesús salía del agua, vio los cielos abiertos y al Espíritu Santo que descendía sobre él en forma de paloma. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma. Biblia Católica (Latinoamericana) Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma, La Biblia Textual 3a Edicion Inmediatamente,° mientras subía del agua, vio los cielos rasgados y al Espíritu descendiendo sobre Él como una paloma. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En el momento de salir del agua vio los cielos abiertos y al Espíritu que, como una paloma, descendía sobre él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y luego, subiendo del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre Él. |
Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.
El pueblo de Israel continuó su oración: ¡Oh, que surgieras de los cielos y descendieras a la tierra! ¡Cómo se estremecerían los montes en tu presencia!
Ezequiel, hijo de Buzí, era un sacerdote que vivía con los exiliados judíos junto al río Quebar, en Babilonia. El recibió de parte de Dios visiones que le mostraban lo que acontecería en los próximos meses y años.
Cuando Jesús salía de las aguas del bautismo, los cielos se abrieron y vio que el Espíritu de Dios descendía sobre él en forma de paloma;
Se escuchó entonces una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco».
En esos días Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán.
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: ―Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo.