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Lucas 7:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Jesús fue con ellos. Y cuando ya estaba cerca de la casa, el capitán mandó a unos amigos a decirle: ―Señor, no te molestes, pues no merezco que entres en mi casa.

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Biblia Reina Valera 1960

Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jesús fue con ellos; pero, justo antes de que llegaran a la casa, el oficial envió a unos amigos a decir: «Señor, no te molestes en venir a mi casa, porque no soy digno de tanto honor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús se puso en camino con ellos. No estaban ya lejos de la casa cuando el capitán envió a unos amigos para que le dijeran: 'Señor, no te molestes, pues ¿quién soy yo, para que entres bajo mi techo?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús fue con ellos, pero cuando ya no distaba mucho de la casa, el centurión envió unos amigos a decirle: Señor, no te molestes, porque no soy digno° de que entres bajo mi techo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces Jesús se fue con ellos. Pero, cuando estaba ya cerca de la casa, el centurión le mandó unos amigos para decirle: 'Señor, no te molestes; porque yo no soy digno de que entres bajo mi techo;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Jesús fue con ellos. Y cuando ya no estaban lejos de su casa, el centurión le envió unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;

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Lucas 7:6
15 Tagairtí Cros  

Mira, no soy digno de recibir la más pequeña de las misericordias que me has mostrado una y otra vez, conforme a tu promesa. Cuando salí de mi hogar y crucé el río Jordán, la única posesión que tenía era mi bastón; pero ahora necesito dos campamentos para guardar todo lo que tengo.


El orgulloso será humillado, pero el humilde será honrado.


Recuerden que yo, el Hijo del hombre, no vine para que me sirvan, sino para servir y dar mi vida en rescate de muchos.


»Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados; pero después de mí vendrá alguien que es más poderoso que yo y él bautizará con el Espíritu Santo y fuego. ¡Yo ni siquiera soy digno de desatar sus zapatos!


Jesús lo acompañó. En medio de aquella multitud que se apretujaba a su alrededor, estaba una mujer que durante los últimos doce años había estado enferma con cierto tipo de derrame de sangre.


Cuando Simón Pedro vio esto, cayó de rodillas ante Jesús y le dijo: ―¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!


Al llegar ellos ante Jesús, le suplicaron: ―Ese hombre merece que hagas lo que te pide.


Ama tanto a nuestra nación que nos construyó una sinagoga.


Por eso no fui yo mismo a buscarte. Yo sé que con una sola palabra que digas, mi siervo sanará,


Jesús estaba todavía hablando, cuando llegó alguien de la casa de Jairo, el jefe de la sinagoga, y le dijo: ―Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro.


»Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret y él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Humíllense delante del Señor, y él los pondrá en alto.


Pero él nos ayuda más con su favor. Por eso la Escritura dice: «Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes».