»Por la noche, el pagador fue llamando a cada uno de los obreros para pagarles, comenzando por los últimos que habían contratado.
Lucas 16:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Este le contestó: “Cien barriles de aceite”. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate, date prisa y escribe cincuenta”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre contestó: “Le debo cien medidas de aceite de oliva”. Entonces el administrador le dijo: “Toma la factura y cámbiala a cincuenta medidas”. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Cuánto debes a mi patrón? Le contestó: 'Cien barriles de aceite. Le dijo el administrador: 'Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate° y escribe rápido cincuenta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste contestó: 'Cien medidas de aceite'. Entonces le dijo él: 'Pues toma tu recibo, siéntate ahí y escribe en seguida que son cincuenta.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, y siéntate pronto, y escribe cincuenta. |
»Por la noche, el pagador fue llamando a cada uno de los obreros para pagarles, comenzando por los últimos que habían contratado.
Si no son honrados con lo que no es de ustedes, ¿quién les dará lo que les pertenece a ustedes?
»Llamó a cada uno de los que le debían algo a su patrón. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi patrón?”.
Después le preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto le debes?”. Él contestó: “Cien bultos de trigo”. El administrador le dijo: “Toma tu factura y anota ochenta”.
Por eso yo les aconsejo que usen las riquezas de este mundo para ganar amigos y así, cuando esas riquezas se les acaben a ustedes, los reciban en las viviendas eternas.
Había allí seis tinajas de piedra de unos cien litros de capacidad cada una. Eran tinajas de las que usaban los judíos en sus ceremonias de purificación.
ni rateros, demostrando así que son dignos de toda confianza. De esta manera honrarán las enseñanzas de Dios nuestro Salvador.