Pero Moisés le rogó al Señor que no lo hiciera. ―Señor —suplicó—, ¿por qué se ha encendido tanto tu ira contra este tu pueblo, al que sacaste de Egipto con tu gran poder y tan grandes milagros?
Lucas 15:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En cambio, ahora que regresa ese hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, mandas matar el becerro más gordo para él”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, cuando este hijo tuyo regresa después de haber derrochado tu dinero en prostitutas, ¡matas el ternero engordado para celebrar!”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo. La Biblia Textual 3a Edicion pero cuando regresó este hijo tuyo, que consumió tu hacienda con prostitutas, mataste para él el becerro gordo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pero, cuando llega ese hijo tuyo que ha devorado tus bienes con prostitutas, has mandado matar para él el ternero cebado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando vino este, tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has matado para él el becerro grueso. |
Pero Moisés le rogó al Señor que no lo hiciera. ―Señor —suplicó—, ¿por qué se ha encendido tanto tu ira contra este tu pueblo, al que sacaste de Egipto con tu gran poder y tan grandes milagros?
Por eso, el Señor le dijo a Moisés: ―Date prisa, desciende, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha contaminado,
El hijo que ama la sabiduría hace dichoso a su padre, pero el que anda con prostitutas derrocha su riqueza.
Todos echaron de lo que les sobraba; pero ella, siendo tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir».
Pero él le respondió: “Por años he trabajado para ti sin desobedecerte, y jamás me has dado siquiera un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos.
»Su padre le respondió: “Hijo mío, tú siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo.
Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y lo hemos encontrado”».
El fariseo, de pie, oraba así: “Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres que son ladrones, malhechores, adúlteros; ni mucho menos soy como este cobrador de impuestos.