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Lucas 14:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Lo mejor es que cuando des un banquete, invites a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.

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Biblia Reina Valera 1960

Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Al contrario, invita al pobre, al lisiado, al cojo y al ciego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando des un banquete, invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sino que, cuando hagas un banquete, invita a los pobres, a los mancos, a los cojos, a los ciegos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al contrario, cuando des un banquete, invita a pobres, tullidos, cojos, ciegos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, y a los ciegos;

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Lucas 14:13
34 Tagairtí Cros  

y a cada uno de los que estaban allí reunidos, tanto a hombres como a mujeres, les dio un pan, una torta de dátiles y otra de uvas pasas. Al finalizar la celebración, cada uno regresó a su propia casa.


El rey Ezequías había dado al pueblo mil becerros para ofrendas y siete mil ovejas; y los príncipes donaron mil becerros y diez mil ovejas. Esta vez, muchos sacerdotes estuvieron dispuestos a purificarse.


Además, Esdras les dijo: «¡Vayan a sus casas a celebrar este día! Preparen buena comida, beban vino dulce y compartan con los que no tienen nada preparado. No, no se entristezcan porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza».


Entonces el pueblo se fue a hacer fiesta y a compartir sus comidas y bebidas con sus amigos. Fue ocasión de gran fiesta y gozo, porque podían oír y entender las palabras del libro de la Ley.


Ayudaba a quienes estaban a punto de perecer, y ellos me bendecían. Y yo ponía en el corazón de las viudas un canto de alegría.


El que oprime al pobre ofende a su Creador, pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.


El que es generoso será bendecido, porque comparte su comida con los pobres.


si dan de comer al hambriento y ayudan a los que sufren, entonces su luz brillará entre las tinieblas, y su noche será como luminoso día.


Ayuno es que compartan su alimento con los hambrientos y que alberguen en sus hogares a los indefensos y menesterosos, que vistan a los que padecen frío y ayuden a todo aquel que necesite de su auxilio.


Y estuvo sanando a cojos, ciegos, mudos, lisiados y a muchos otros enfermos que la multitud le llevaba.


»Los siervos obedecieron y trajeron a cuantos hallaron, lo mismo malos que buenos. Las mesas se llenaron de invitados.


Den a los pobres de lo que ustedes tienen dentro, y así todo quedará limpio.


Luego, Jesús le dijo al que lo había invitado: ―Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus familiares ni a tus vecinos ricos, porque cuando ellos te devuelvan la invitación, habrás recibido tu recompensa.


Así serás dichoso, pues ellos no tienen con qué recompensarte, pero tú serás recompensado cuando resuciten los justos.


»El sirviente regresó y le contó todo esto a su señor. Entonces el dueño de la casa se enojó y le dijo al sirviente: “Ve pronto por las calles y los callejones del pueblo, y trae acá a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos”.


Pedro accedió. Al llegar, lo llevaron a la sala donde reposaba el cadáver de Dorcas. El cuarto estaba lleno de viudas que lloraban mientras mostraban las túnicas y vestidos que Dorcas había hecho.


Entrégaselo a los levitas, que no tienen heredad en medio tuyo, a los exiliados, a las viudas, o a los huérfanos dentro de tu ciudad, a fin de que puedan comer y quedar saciados; entonces el Señor te bendecirá a ti y a tu obra.


Este es un tiempo de gozo delante del Señor y lo celebrarás con tu familia y toda tu casa. No te olvides de invitar a los levitas que viven en tu ciudad, a los exiliados, a las viudas y a los huérfanos. Invítalos y haz que te acompañen en la celebración en el santuario.


Sin embargo, es necesario que tal persona viva irreprochablemente: ha de tener una sola esposa y debe ser moderado, juicioso y respetable; ha de estar siempre dispuesto a hospedar gente en su casa; debe saber enseñar;


Tiene que haberse labrado una sana reputación por sus buenas obras, como por ejemplo, haber educado bien a sus hijos, haber sido hospitalaria, haber lavado los pies de los que son del pueblo santo, haber brindado ayuda a los que sufren y haber sido bondadosa en todo.


debe ser hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, santo y disciplinado.


Yo mismo he hallado gran gozo y consuelo en tu amor, hermano mío, porque los corazones de los que pertenecen al pueblo santo de Dios han hallado refrigerio en tu bondad.


No se olviden de practicar la hospitalidad, porque de esa manera, algunos, sin darse cuenta, hospedaron ángeles.