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Lucas 12:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Pero negaré delante de los ángeles a aquellos que me nieguen delante de la gente.

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Biblia Reina Valera 1960

mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero el que me niegue aquí en la tierra será negado delante de los ángeles de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero el que me niegue delante de los hombres, será también negado él delante de los ángeles de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pero el que me negó delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero aquel que me niegue ante los hombres, también él será negado ante los ángeles de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

pero el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

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Lucas 12:9
15 Tagairtí Cros  

Pero al que me niegue públicamente, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.


Pero el novio les respondió: “¡No sé quiénes son ustedes! ¡Váyanse!”.


»Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria


»Entonces me volveré a los de la izquierda y les diré: “¡Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus demonios.


Pero yo les responderé: “A ustedes nunca los conocí. Apártense de mí, porque sus obras son malignas”.


Si alguien se avergüenza de mí y de mi mensaje en medio de esta gente incrédula y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.


Les digo que de la misma manera se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente».


Pero él lo negó, diciendo: ―Mujer, yo no lo conozco.


Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles.


Si soportamos nuestros sufrimientos, reinaremos con él. Si negamos a Cristo, él también dirá que no nos conoce;


Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. Pero el que reconoce al Hijo tiene también al Padre.


Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con el Señor, para que, cuando vuelva, puedan presentarse delante de él seguros y sin tener de qué avergonzarse.


Estoy al tanto de la obra que realizas. No eres muy fuerte, pero me has obedecido y no has negado mi nombre. Por eso te he abierto una puerta que nadie te podrá cerrar.