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Levítico 9:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Después degolló el becerro y el carnero que eran los sacrificios de paz que ofrecía el pueblo. Los hijos de Aarón le llevaron la sangre, y él la roció a lo largo y ancho del altar.

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Biblia Reina Valera 1960

Degolló también el buey y el carnero en sacrificio de paz, que era del pueblo; y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la cual roció él sobre el altar alrededor;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después Aarón mató al toro y al carnero como ofrenda de paz del pueblo, y sus hijos le llevaron la sangre, y él la salpicó por todos los lados del altar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Sacrificó asimismo el ternero y el carnero como sacrificios de comunión por el pueblo. Los hijos de Aarón le entregaron la sangre, que él derramó en el altar y en su derredor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Después degolló el novillo y el carnero como sacrificio de ofrendas de paz por el pueblo.° Y los hijos de Aarón le acercaron la sangre, que él roció sobre el altar, en derredor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Inmoló el buey y el carnero en sacrificio de comunión por el pueblo. Los hijos de Aarón le presentaron la sangre, que él derramó por todos los lados del altar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Degolló también el buey y el carnero en sacrificio de ofrendas de paz, que era por el pueblo: y los hijos de Aarón le presentaron la sangre (la cual él roció sobre el altar alrededor),

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Levítico 9:18
7 Tagairtí Cros  

Sus hijos le llevaron la sangre, y él mojó el dedo en ella y la untó sobre los cuernos del altar, y derramó el resto al pie del altar.


Así que, ahora que Dios nos ha declarado justos por haber creído, disfrutamos de la paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.


Pues si cuando éramos enemigos nos reconcilió con él mismo por la muerte de su Hijo, ¡cómo no ha de salvarnos ahora por su vida!


Por medio del Hijo, Dios reconcilió con él todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra. Esa paz la logró Dios por medio de la sangre que Jesús derramó en la cruz.