Harás expiación por el altar y lo consagrarás a Dios cada uno de los siete días. Después de esto, el altar será muy santo, y cualquiera que lo toque será apartado para el Señor.
Levítico 6:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Podrá comerla cualquier varón descendiente de Aarón, generación tras generación. Pero sólo ellos podrán comer de estas ofrendas presentadas en el fuego al Señor. Cualquier cosa que toque los sacrificios quedará consangrada». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para Jehová; toda cosa que tocare en ellas será santificada. Biblia Nueva Traducción Viviente Cualquiera de los descendientes varones de Aarón podrá comer de estas ofrendas especiales presentadas al Señor; es su derecho perpetuo de generación en generación. Cualquier persona o cosa que toque estas ofrendas quedará consagrada». Biblia Católica (Latinoamericana) Dile a Aarón y a sus hijos: Esta es la ley de la víctima ofrecida por el pecado. Será sacrificada ante Yavé en el mismo lugar donde se ofrece el sa crificio del holocausto. Es una cosa muy sagrada. La Biblia Textual 3a Edicion Todo varón entre los hijos de Aarón la podrá comer. Es estatuto perpetuo por vuestras generaciones respecto a los sacrificios ígneos a YHVH. Todo lo que toque en ellas quedará consagrado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: ésta es la ley del sacrificio por el pecado. En el lugar donde se inmola el holocausto será también inmolada ante Yahveh la víctima por el pecado. Es cosa sacratísima. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas de Jehová: toda cosa que tocare en ellas será santificada. |
Harás expiación por el altar y lo consagrarás a Dios cada uno de los siete días. Después de esto, el altar será muy santo, y cualquiera que lo toque será apartado para el Señor.
»Esta es una ordenanza permanente en toda tu tierra: No coman grasa ni sangre».
Pondrá la mano sobre la cabeza del animal y lo sacrificará en el lugar donde se matan los animales de los holocaustos, y lo presentará al Señor. Es su ofrenda por el pecado.
»Si un sacerdote peca, sin haber tenido la intención de hacerlo, y en consecuencia hace caer alguna culpa sobre el pueblo, debe ofrecer al Señor un becerro sin defecto, como expiación por el pecado del pueblo.
La llevará al lugar donde se hacen los holocaustos, pondrá la mano sobre la cabeza del animal y lo sacrificará allí como una ofrenda por su pecado.
Al día siguiente, el sacerdote, vestido de lino y con ropa interior de lino, sacará las cenizas del holocausto y las pondrá junto al altar.
El Señor le dijo a Moisés: «El día que Aarón y sus hijos sean ungidos, presentarán al Señor una ofrenda de dos kilos de harina: ofrecerán la mitad en la mañana, y la otra mitad en la tarde.
Solamente los que están santificados, los sacerdotes, podrán tocar esta carne. Si una gota de sangre salpica su vestido, deberá lavarlo en un lugar santo.
Cualquier hijo de los sacerdotes puede comer de esta ofrenda; pero sólo ellos, porque es santísima.
Todo varón de entre los sacerdotes podrá comer la víctima, y deberá hacerlo en un lugar limpio, porque es un sacrificio santísimo.
Sólo podrán comerse en el santuario, y solamente comerán de ella los varones.
Además el Señor le dio estas órdenes a Aarón: «He cedido a los sacerdotes todos los presentes que se ofrecen al Señor; todas las ofrendas que se presentan al Señor meciéndolas delante del altar te pertenecen a ti y a tus hijos por norma permanente.
Dios dijo a los que servían en el templo que podían tomar de los alimentos que se ofrecían en el templo; y a los que trabajaban en el altar, que participaran de lo que se presentaba en el altar.
Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.