Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Levítico 27:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

La parte que pertenece al Señor no se podrá cambiar. Así que nadie puede cambiar un animal bueno por uno malo, pues en ese caso los dos animales serán del Señor, y no podrán ser rescatados».

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

No podrás ser exigente entre animales buenos y malos, y no podrás sustituir uno por otro. Pero si intercambias un animal por otro, tanto el primer animal como el sustituto serán considerados santos y no podrás comprarlos de nuevo».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

No se distinguirá entre bueno o malo, ni se cambiará uno por otro, y si se hace un reemplazo, el animal sustituido y el que lo sustituye serán cosa sagrada y no podrán ser rescatados.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

No se ha de mirar si es bueno o malo, no se cambiará, y si de manera alguna se cambia, tanto él como su trueque serán santos. No podrán redimirse.°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

No se mirará si es bueno o malo, no se reemplazará uno por otro. Si se hace algún cambio, tanto el animal como su sustituto quedarán consagrados y no podrán ser rescatados'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, ello y su cambio serán cosas santas; no se redimirá.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Levítico 27:33
2 Tagairtí Cros  

Por eso, no se podrá cambiar por otro animal. Así que un animal bueno no se podrá cambiar por uno malo, ni uno malo se podrá cambiar por uno bueno. Si se hiciera ese cambio, los dos animales pertenecerán al Señor.


Cuando llegue ese día, la gente se burlará de ustedes y les dedicarán este triste canto: “¡Estamos acabados, arruinados! Dios nos ha quitado nuestras tierras y se las ha dado a otros, quienes se las reparten echando suertes, y a nosotros nos ha enviado a vivir muy lejos de nuestro país”».