Tres meses más tarde, le contaron a Judá que Tamar, su nuera, se había acostado con otro hombre, y que estaba embarazada. ―¡Sáquenla y quémenla! —ordenó Judá.
Levítico 21:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »El sacerdote no se casará con una prostituta, ni con una mujer de otra tribu, ni con una mujer divorciada, porque es un hombre consagrado a Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente »No se permite a los sacerdotes casarse con una mujer contaminada por la prostitución, ni casarse con una mujer divorciada, porque los sacerdotes están separados como santos para su Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) No tomarán una mujer prostituta o deshonrada, ni tampoco una mujer despedida por su marido, porque el sacerdote está consagrado a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion No tomarán mujer ramera o deshonrada, no tomarán mujer repudiada por su marido, porque es° santo a su Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No tomarán por esposa a una mujer prostituida o deshonrada, ni a una mujer repudiada por su marido; pues el sacerdote está consagrado a su Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No tomará por esposa a mujer ramera o infame; ni tomará mujer repudiada de su marido; porque él es santo a su Dios. |
Tres meses más tarde, le contaron a Judá que Tamar, su nuera, se había acostado con otro hombre, y que estaba embarazada. ―¡Sáquenla y quémenla! —ordenó Judá.
El Señor pregunta: ¿Los entregué yo en manos de mis acreedores? ¿Será por eso que no están presentes? ¿Está ausente su madre porque yo me divorcié de ella y la despedí? No, se han entregado ustedes mismos por sus pecados, y a su madre se la llevaron en pago de sus deudas.
»”Pueden casarse solamente con una muchacha virgen judía, o con la viuda de uno que haya sido sacerdote; no pueden casarse con una mujer divorciada.
El sacerdote ha sido apartado para ofrecer los sacrificios a su Dios; es santo, porque yo, el Señor que lo santifico, soy santo.
De la misma manera, las mujeres han de ser honorables y no dadas al chisme; deben saber controlarse en todo y ser dignas de confianza.