el propietario acudirá al sacerdote para informarle, diciéndole: “En mi casa han aparecido unas manchas”.
Levítico 14:36 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El sacerdote ordenará que se desocupe la casa antes de examinarla, para que no se declaren impuras las cosas, en caso de que llegue a la conclusión de que la casa está contaminada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa antes que entre a mirar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa; y después el sacerdote entrará a examinarla. Biblia Nueva Traducción Viviente Antes que el sacerdote entre a inspeccionar la casa, deberá vaciarla con el fin de que nada de lo que hay dentro sea declarado ceremonialmente impuro. Biblia Católica (Latinoamericana) Antes de ir para examinar esa plaga, el sacerdote ordenará que desocupen la casa, no sea que lo que hay en ella pase a ser impuro. Después irá a examinar la casa. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el sacerdote ordenará desocupar la casa antes de que entre a mirar la infección, para que no sea contaminado todo lo que esté en la casa; después el sacerdote entrará a examinarla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Antes de ir a examinar la mancha, el sacerdote mandará desalojar la casa, para que no se contamine cuanto hay en ella. Después, irá a inspeccionar la casa Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa, antes que el sacerdote entre a mirar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa: y después el sacerdote entrará a reconocer la casa: |
el propietario acudirá al sacerdote para informarle, diciéndole: “En mi casa han aparecido unas manchas”.
Si encuentra manchas verdosas o rojizas en las paredes de la casa, y que al parecer no son superficiales,
Cualquier vasija que haya en la tienda que no esté bien cubierta quedará impura.
No se dejen llevar por los que dicen tales cosas. «Las malas amistades, echan a perder las buenas costumbres».
Asegúrense de que a nadie le falte el amor de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause problemas y envenene a muchos.
Entonces oí otra voz del cielo que decía: «Sal de esa ciudad, pueblo mío; no participes en su pecado para que no se te castigue con ella,