»Al día siguiente, es decir, al octavo día, tomará dos corderos sin defectos y una cordera de un año sin defectos, seis kilos de harina de la mejor calidad mezclada con aceite de oliva, y un tercio de litro de aceite de oliva.
Levítico 14:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el sacerdote que realiza la purificación presentará a la persona y su ofrenda delante del Señor, a la entrada del santuario. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el sacerdote que le purifica presentará delante de Jehová al que se ha de limpiar, con aquellas cosas, a la puerta del tabernáculo de reunión; Biblia Nueva Traducción Viviente Después el sacerdote oficiante presentará a la persona que será purificada, junto con las ofrendas, ante el Señor a la entrada del tabernáculo. Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote que hace la purificación presentará a la persona que se purifica, junto con todas esas cosas, a la entrada de la Tienda de las Citas, delante de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y el sacerdote que purifica hará poner en pie ante la presencia de YHVH al hombre que es purificado, junto con estas cosas, en la entrada de la Tienda de Reunión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacerdote que celebra el rito de la purificación presentará al hombre que ha de purificarse con todas esas cosas delante de Yahveh, a la entrada de la tienda del encuentro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote que le purifica presentará delante de Jehová al que se ha de limpiar, con aquellas cosas, a la puerta del tabernáculo de la congregación; |
»Al día siguiente, es decir, al octavo día, tomará dos corderos sin defectos y una cordera de un año sin defectos, seis kilos de harina de la mejor calidad mezclada con aceite de oliva, y un tercio de litro de aceite de oliva.
El sacerdote tomará uno de los corderos y el tercio del litro de aceite de oliva y lo ofrecerá al Señor como ofrenda por la culpa, meciéndolos delante del altar.
Llevará los animales al sacerdote a la entrada del santuario, al octavo día, para realizar su ceremonia de purificación delante del Señor.
Los levitas se purificaron y lavaron sus vestiduras, y Aarón los presentó al Señor haciendo un gesto de ofrenda. Luego hizo el rito del perdón sobre ellos para purificarlos.
Y ahora, que la gloria, la majestad, el imperio y la potencia sean eternamente del único Dios, Salvador nuestro por medio de Jesucristo, quien tiene poder para conservarlos sin caída y, con gran alegría, presentarlos sin tacha ante su gloriosa presencia. Amén.