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Jueces 5:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Canten los pastores junto al pozo de agua. Canten por toda la ciudad. Cuenten allí las justicias del Señor. Lo que él hizo por los campesinos de Israel.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos, Allí repetirán los triunfos de Jehová, Los triunfos de sus aldeas en Israel; Entonces marchará hacia las puertas el pueblo de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Escuchen a los músicos de las aldeas, que están reunidos junto a los abrevaderos. Relatan las justas victorias del Señor y los triunfos de sus aldeanos en Israel. Entonces el pueblo del Señor descendió a las puertas de la ciudad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cerca de los abrevaderos el pastor canta las liberaciones de Yavé, sus liberaciones y su bondad para con Israel. El pueblo de Yavé ha bajado a la frontera,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por la voz de los arqueros en los abrevaderos, Donde se celebran los triunfos de YHVH, Los triunfos de sus aldeanos° en Israel. Cuando el pueblo de YHVH acudió a las puertas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

con voces de quienes se reparten la presa en los abrevaderos. ¡Cántense allí las gestas de Yahveh, las victorias de su caudillaje en Israel, cuando el pueblo de Yahveh ha bajado a las puertas!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos, allí repetirán los hechos justos de Jehová, los hechos justos para con los habitantes de sus aldeas en Israel; entonces descenderá el pueblo de Jehová a las puertas.

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Jueces 5:11
19 Tagairtí Cros  

Una vez allí, hizo que los camellos se arrodillaran junto a un pozo de agua que estaba a las afueras de la ciudad. Era la hora de la puesta del sol, cuando las mujeres salían a buscar agua.


Allí en el campo vio un pozo. Junto al pozo se encontraban tres rebaños de ovejas, pues era de allí que bebían agua. El pozo estaba tapado con una piedra muy grande.


Sólo cuando se reunían todos los pastores con sus rebaños era que quitaban la piedra. Una vez que las ovejas bebían, los pastores volvían a colocar la piedra sobre la boca del pozo.


»Aquellos eran los tiempos en que yo salía a la puerta de la ciudad y tomaba mi sitio entre los ancianos honorables.


Todo el mundo dirá cuán bueno eres y cantará con alegría por tu justicia.


A todos les contaré de tu justicia, y todo el día les hablaré de tu poder salvador. Aunque has hecho tanto por mí que no lo puedo entender.


¡Oh, qué gozo es beber hasta saciarse de la fuente de salvación!


El Señor dará a sus jueces anhelo de justicia y a sus soldados gran valor para que peleen hasta el último hombre defendiendo sus puertas.


Ve a la entrada del templo del Señor y dale al pueblo este mensaje: ¡Oh Judá, escucha este mensaje del Señor! Escúchenlo ustedes, los que vienen aquí a rendir homenaje a Dios.


¡Hasta tenemos que pagar por el agua que bebemos y por nuestra propia leña!


Arriesgamos nuestra vida en el desierto para conseguir comida.


Pueblo mío, ¿no te acuerdas que cuando Balac, rey de Moab, trató de destruirte por medio de las maldiciones de Balán, hijo de Beor, y que yo, en lugar de ello, hice que este profeta te bendijera y te expresara un gran futuro? Bien sabes que te he mostrado mi misericordia múltiples veces. ¿Es que acaso no recuerdas cómo dividí el torrente del río Jordán para que pasaras en seco de la orilla de Sitín a la de Guilgal? ¡Recuerda las obras extraordinarias que he hecho siempre en tu favor!».


ella y el hombre que la sedujo serán llevados fuera de las puertas y serán apedreados hasta que mueran: la muchacha porque no gritó pidiendo socorro, y el hombre porque ha violado la dignidad de la novia de otro hombre. De esta manera combatirás el delito en tu pueblo.


Escogió la mejor de las tierras para sí, porque estaba reservada para un caudillo. Él condujo al pueblo y ejecutó los mandatos y decretos de Dios para Israel».


que las jóvenes salieran cuatro días cada año a lamentar el destino de la hija de Jefté.


Cuando Israel buscó nuevos dioses, todo se desplomó, nuestros amos no nos dejaban tener ni escudo ni espada; entre los cuarenta mil valientes de Israel ni un arma podía ser hallada.


Ahora, permanezcan de pie delante del Señor mientras les hago un recuento de los beneficios que él nos ha hecho a nosotros y a nuestros antepasados, y de lo mal que le hemos respondido: